El día en que Sergio Araujo hizo de modelo para presentar la primera equipación de la UD Las Palmas dirigirse al césped a posar para una sesión fotográfica: "Espero marcar más de 20 goles".
No quiso prometer los 25 que había logrado en la temporada del último ascenso, la 2014-15, quizá porque evitaba ser demasiado pretencioso, pero, en cualquier caso se va a quedar muy lejos de amabas cifras. A estas alturas de la película, cuando sólo quedan cinco jornadas para la conclusión de LaLiga 1|2|3, únicamente suma tres tantos. Lastrado por las lesiones, y también por su empecinamiento en querer abandonar la entidad en el pasado mercado invernal, el Chino nunca pudo ser el que fue.
Y eso que, cuando ha jugado, la mayoría de las veces ha destacado, pero más por su participación en el juego y su entrega que por su producción ofensiva. A Araujo le falta el gol. No ve portería desde el pasado 16 de diciembre, cuando le marcó al Tenerife en el derbi del grancanaria. Desde entonces, ha participado en 10 partidos, sin éxito anotador.
Sin ocasiones de gol
El argentino pretende romper esa racha negativa mañana frente al Córdoba (19.00 horas, LaLiga 1|2|3 TV/TVC) después de dos encuentros en los que ni siquiera gozó de ocasiones para desquitarse. Pese a ello, ante el Lugo y el Tenerife, realizó un buen papel, sobre todo de apoyo a Rubén Castro, que vive mucho mejor con otro delantero a su lado. Pepe Mel apostó por él desde que llegó: le puso en La Coruña y respondió, pero se rompió. Y es posible que en ese preciso momento la UD perdiera todas sus opciones de alcanzar los puestos de promoción de ascenso.
Araujo, al igual que otros futbolistas de Las Palmas, podría vivir frente al cuadro andaluz su antepenúltimo encuentro como local en Siete Palmas. El presidente Ramírez no ha escondido que el club necesita dinero para ajustar la estructura de la entidad a la Segunda División, y que la mejor fuente de ingresos es la venta de algunos de los jugadores con más valor en el mercado.
El Chino es uno de ellos. Ya en enero, el '10' había insistido a los mandatarios amarillos en que le buscaran una salida, sin embargo, nunca llegó una oferta que dejará satisfecha a la UD. El AEK Atenas, donde jugó la campaña pasada, quiso recuperarlo, pero sólo ofreció dos millones de euros, una cantidad que el club consideró irrisoria.
Ahora, con todo el verano por delante, la intención de todas las partes es que el jugador acabe fuera de Las Palmas, bien mediante la rescisión del contrato, que renovó en junio hasta 2023, o bien en forma de cesión con el objetivo de ahorrarse una de las mayores fichas de la plantilla.
Oportunidad para resarcirse
Pero antes de todo eso le quedan todavía cinco partidos con los que quitarse el mal sabor de boca de una temporada aciaga. Ya en la pretemporada, Araujo se lesionó un dedo del pie mientras jugaba con su sobrino y tuvo que perderse las siete primeras jornadas del campeonato. Luego, por culpa de un esguince de rodilla que se produjo en Riazor, dejó de disputar otros seis.
Sus tres goles lo ha marcado en el Gran Canaria, al Numancia, en octubre, al Granada, en noviembre, y al Tenerife, en diciembre, aunque en el resto de partidos casi siempre ha destacado. Desde su último regreso ha evidenció que sólo le falta el gol para redondear un papel digno, aunque insuficiente para su caché.
