Cristian Cedrés y un gol para la eternidad. El canterano de la UD. "En Segunda tengo más espacios, me siento más cómodo". Apuesta por la salvación del filial amarillo y confiesa que ha visto su gol ante el CD Tenerife en el Heliodoro en repetidas ocasiones. "Pues muchas, fue un momento muy bonito".

217 minutos, tres duelos oficiales, una asistencia, un gol y un diamante gracias a la fe ciega de Mel. Forjado en el vivero amarillo, tuvo que pasar por las filas del Madrid Castilla y Villarreal B. La insistencia de Manuel Rodríguez Tonono, director de formación y captación de la entidad amarilla, resultó clave para repatriarlo. "Es como un padre para mí". Pasó de ser suplente y descarte con Las Palmas Atlético a titular con la UD. "Ha sido un cambio muy rápido. Tenía ganas de volver a mi tierra pero después de pasarlo tan mal con la lesión nunca pensé estar aquí. Me siento feliz por las cosas que me están pasando", insiste este atacante, cuyo contrato termina en junio de 2021.

Agradece el respaldo de Mel, que también hizo debutar a Toni Segura, Josep Martínez y Jesús Fortes. "Es una ilusión tremenda trabajar día a día por poder ganarme un puesto. No estaba aguantando los 90 minutos, pero el míster confía bastante en mí y eso me da motivación. Siempre me acordaré de Pepe Mel porque es el que me ha hecho jugar en el primer equipo. Eso nunca se olvida. Ahora llega el Rayo Majadahonda de Benito Ramírez. "El encuentro del fin de semana será duro porque ellos se están jugando la vida. Estamos casi salvados, pero todavía no. El equipo sigue trabajando y debemos terminar la temporada de la mejor manera posible. Nos jugamos mucho".

Para Cedrés, en el vivero del Anexo hay talento de sobra para el nuevo proyecto. "En el filial se trabaja a diario para tener una oportunidad y eso es importante para el club. En la cantera de la UD Las Palmas se hace una gran labor. Veo a más compañeros con posibilidades de subir y hacerlo bien. Pero eso es una decisión de la dirección deportiva y el presidente. Hay calidad abajo". Tampoco quiso mojarse sobre el hecho de si debe continuar o no, la figura de Mel. "Eso a mí no me pregunten, no es mi responsabilidad".

Su sitio está en la UD. Jamás renunciará a su sueño. "No me quiero mover de aquí (...) Tengo un contrato que firmé cuando llegué. Estoy para trabajar y ayudar en todo lo que pueda", realza.