Aridai Cabrera Suárez, extremo y delantero grancanario del RCD Mallorca -54 partidos de bermellón, doce goles y cinco asistencias-, es una de las viejas pretensiones de la dirección deportiva de la UD Las Palmas. El atacante del Lomo Blanco (31 años) tiene contrato hasta junio de 2020 con la entidad balear y reúne todos los requisitos para formar parte de la revolución Mel. Se aprecia su velocidad, desborde y definición.
Mimbre con apetito, rostro de la tierra, explosivo en los costados y curtido en la categoría de plata -ya computa 80 partidos-, figura en la libreta de futuribles altas.
Su papel en el actual curso a las órdenes de Vicente Moreno ha sido sobresaliente: 2.127 minutos, siete goles y cinco asistencias. La UD no le quita ojo y figura en su lista de jugadores apetecibles para la próxima campaña con el estratega madrileño en el banquillo.
El isleño está luchando por el ascenso y marcha quinto en la tabla con 67 puntos cuando restan tres jornadas -ante Deportivo en Riazor, Granada y Extremadura-. Aridai es el octavo jugador más utilizado por Vicente Moreno, en una campaña en la que se han erigido como un matagigantes. En la faceta realizadora, es el segundo pichichi del equipo rojillo tras Lago Junior, que se ha destapado con once dianas en 39 jornadas.
Incisivo y letal en el área, Aridai se forjó en la cadena del Universidad y alcanzó el primer equipo colegial donde debutó en Segunda B. Coincidió con David Rodríguez Deivid -central de la UD- durante cuatro temporadas (desde 2006 a 2010). Luego comenzó su perigrinaje por el barro.
254 partidos en Segunda B
Recaló en el RCD Mallorca B -dos campañas-, se estrenó en Segunda con el Girona (2012) y regresó a la categoría de bronce en el filial del Betis. L'Hospitalet (2013-14), Sabadell (2014-15 en Segunda), Huracán Valencia (de 2014 a 2016), Valencia Mestalla (de 2015 a 2017) y Cultural Leonesa (2017) completan su expediente deportivo. En enero de 2018, se marchó traspasado al Mallorca. Bajaba otro escalón. De Segunda a Segunda B. Ascenso de bermellón, con tanto en la final ante el Mirandés, y ahora apunta al cielo de Primera. Es su mejor momento.
En la última comparecencia de Mel ante los medios, el estratega de los 300 partidos en Segunda desveló las pistas del perfil que busca en el mercado.La radiografía coincide de pleno con las condiciones y el bagaje de Aridai Cabrera. "Buscamos jugadores en Segunda e incluso Segunda B. Que se sientan atraídos o tenga pertenencia con el fútbol de esta Isla (...) Veo a una UD que se asemeja a lo que me explican, por eso creo que podemos hacer un camino juntos. Tenemos que ver una mezcla de gente joven con hambre y ganas; con futbolistas que quieren reivindicarse y que podamos traer. Veo el futuro de este equipo con paciencia y sin urgencias",apostilló como dogma.
El pistolero del Ángel Carro
Tras el final de la cesión de Martín Mantovani en la SD Huesca, el central se reincorpora el próximo 8 de julio en la pretemporada. La preparación se celebrará en la instalación de Barranco Seco. La UD dispone de cerca de 30 fichas profesionales y debe soltar lastre.
De forma paralela a la operación salida, la dirección deportiva, encabezada por Rocco Maiorino y Toni Otero, tratan de elevar el nivel competitivo del grupo dentro de los nuevos parámetros salariales -reducción drástica del presupuesto-. Y ahí aparece el nombre de otra anhelada pretensión como es el delantero grancanario Cristian Herrera (CD Lugo).
Con 130 partidos en Segunda y 47 en la máxima categoría, ha logrado 27 dianas. Cristian Herrera y Aridai Cabrera, dos rostros que despiertan el interés de la nueva UD. Mel, en su rol de manager, tiene mucho que decir. Su opinión resulta definitiva para dar luz verde a cada una de las operaciones. En la nómina de delanteros con contrato, figuran Rubén Castro -le resta un año más- y Sergio Araujo -contrato hasta 2023-.
No se cuenta con el ariete checo Tomas Pekhart, al que le resta un año de vínculo contractual. Suma solo 34' con Mel y se busca un mecanismo de rescisión.
