El último partido de la UD Las Palmas en casa en la temporada 2018-19, además de la despedida anticipada de Momo y el debut de dos canteranos más -Kirian Rodríguez y Carlos González- también tuvo como protagonista a buena parte de la afición, tanto antes como durante del encuentro ante el Almería.

Media hora antes de la cita, pasadas las 16:30 horas, alrededor de un centenar de personas protestaron fuera del Estadio de Gran Canaria, en las escaleras que dan acceso a la Grada Sur, para exigir la dimisión del presidente del club, Miguel Ángel Ramírez. Al grito de 'Ramírez vete ya' o 'fuera de Las Palmas, ya no te quiero', la peña Ultra Naciente, que había convocado a los aficionados a unirse a la concentración, pidió cambios.

Al mismo tiempo, los peñistas sostuvieron una pancarta que rezaba: 'otro año lleno de errores exige más cambios y dimisiones'. A la convocatoria de los seguidores más animosos de la UD se sumó también el colectivo Faro Amarillo. Por contra, la Federación de Peñas -formada por 19 de ellas- rechazó la iniciativa.

"No miramos para otro lado. Seguimos trabajando con la dirección del club para intentar cambiar las cosas que se están haciendo mal y en esa línea el club está colaborando. Evidentemente quizás usted espera un ritmo de cambio que no concuerda con el nuestro. Lo lamentamos", justificó el grupo en un comunicado dirigido a Ultra Naciente, que decidió no entrar al recinto.

De la calle al recinto

La división manifiesta entre la afición de la UD se trasladó también a la grada. Miembros de la peña Germán Dévora, que se sitúan en el córner entre la Tribuna y la Curva, animaron al equipo como suele ser habitual, lo que provocó los silbidos de buena parte de los espectadores.

Incluso, en la primera parte, varios miembros del citado grupo subieron para encararse con algunos aficionados que les recriminaban desde varias filas más arriba. Las discusiones, sin embargo, no pasaron a mayores, aunque la discrepancia se manifestó durante todo el partido.