Uno menos. La UD Las Palmas se quita un lastre de encima y, además, a las primeras de cambio. El club y Fidel Chaves alcanzaron ayer un acuerdo para la rescisión del contrato del futbolista, que concluía en junio de 2021. El próximo destino del onubense será el Elche, equipo en el que ya militó hace cinco temporadas. La entidad amarilla no recibe un sólo euro por la operación, pero a cambio se ahorra una de las fichas más altas de la plantilla.

La nueva realidad de la UD, en la que verá reducidos su presupuesto y su límite salarial por no haber logrado el ascenso, le obliga a realizar un ajuste económico que pasa, entre otras fórmulas, por dejar salir a determinados jugadores para no pagarles los años que les restaban. Es el caso de Fidel, que protagoniza la tercera baja confirmada tras las de Nauzet Pérez y Gaby Peñalba, que no renovaron -también de Rafa Mir y Danny Blum, que estaban cedidos hasta final de curso-.

Además, el extremo no contaba para Pepe Mel, que le dio varias oportunidades, sobre todo en los últimos partidos, y no las aprovechó, sino todo lo contrario. La opinión del técnico madrileño resultó decisiva a la hora de determinar la salida del futbolista, aunque la UD tiene muy claro que todos son transferibles, por lo menos en el tramo inicial del mercado estival, y que cualquiera que lleve una oferta o una posibilidad de recalar en otro equipo será atendido.

Mel encontró un sustituto para Fidel: Cristian Cedrés, al que le dio la alternativa y no le defraudó, por lo que cuenta con un extremo que puede cumplir las funciones de uno que no dio la talla. Sin ir más lejos, en Pamplona, en la antepenúltima jornada, cuando salió de inició y fue un espectro en el campo. Demostró tener, además, una falta de actitud palmaria, fue su sentencia definitiva.

El de la Dehesa de Riotinto nunca llegó a ser titular indiscutible para ninguno de los tres entrenadores que dirigieron al equipo, lo que demuestra su inconsistencia. La sensación que deja es la de ser un futbolista talentoso, con calidad y velocidad, pero con una clara predisposición a desconectarse. Su rendimiento, además, era mucho peor cuando jugaba lejos del Estadio de Gran Canaria.

Se marcha de la UD con un balance de 26 partidos jugados, 15 de ellos desde el inicio, y dos goles marcados, ambos al Osasuna, en enero. Ese fue, precisamente, su mejor encuentro con la camiseta amarilla: logró dos tantos espectaculares, uno tras una jugada personal y otro de falta directa, ambos con la zurda.

Coincidió con su momento álgido de la campaña, de la mano de Paco Herrera, el que más confió en él. Antes, con Manolo Jiménez, sus apariciones se mezclaron con varios partidos en blanco. Después, con Pepe Mel, cayó en picado: sólo fue titular en tres choques de un total de 14 -Mallorca, Cádiz y Osasuna-.

El futbolista, de 29 años, ya tiene nuevo destino, el Elche, donde ya militó dos temporadas (201214). En la primera de ellas, incluso, consiguió el ascenso a la máxima categoría bajo las órdenes de Fran Escribá, lo que le permitió debutar en la Primera División. Ahora, con Pacheta en el banquillo, el objetivo es volver a conseguir la permanencia y, a ser posible, de la manera tan holgada como la consiguió esta temporada tras haber subido a Segunda en la anterior.

La baja de Fidel, la tercera del curso, quita uno de los múltiples pesos que la UD tiene encima este verano. Urge soltar todo el lastre posible antes del 30 de junio porque el nuevo límite salarial se establecerá con lo que haya a partir del 1 de julio. Se avecinan días movidos en el club en el apartado de salidas.