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Un problema millonario

Rubén Castro y Sergio Araujo, los preferidos de Pepe Mel para la delantera, son los dos jugadores que más cobran de la plantilla | Tienen contrato y quieren quedarse

Sergio Araujo da la mano a Rubén Castro para felicitarle por uno de los dos goles que le marcó al Lugo el pasado 28 de abril en el Estadio de Gran Canaria. quique curbelo

En el nuevo contexto que vive la UD Las Palmas, el del tijeretazo producto de no haber conseguido el ascenso a Primera División, los nombres de Rubén Castro y Sergio Araujo aparecen como una losa demasiado grande para poder soportarla. Porque los delanteros, cuyo rendimiento a lo largo de la temporada fue desigual, son los dos futbolistas que más cobran de la plantilla y deberán ajustarse más que nadie a los nuevos números que maneja el club, quien, por otro lado, cuenta con los dos siempre y cuando renegocien sus contratos en vigor.

El isletero está vinculado a la entidad amarilla hasta el 30 de junio del próximo año -con opción de ampliar un curso más-, mientras que el argentino renovó el verano pasado hasta la finalización de la campaña 2022-23. Ambos cuentan con un salario extremadamente elevado para la categoría y la UD, tras el fiasco de temporada, no puede asumirlos.

De momento, Las Palmas se ha quitado de encima a cuatro jugadores, aunque dos de ellos, Nauzet Pérez y Gaby Peñalba, terminaban contrato. Pero las bajas de Fidel Chaves y Juan Cala, que alcanzaron un acuerdo con los dirigentes para obtener la carta de libertad a cambio de perdonar el dinero por los años que les quedaban, han aligerado la caja. Incluso, en el caso de que el central sevillano recale en el Getafe, equipo que está interesado en ficharle, la desvinculación le saldría gratis a Las Palmas.

En cualquier caso, Rubén y Araujo suponen un lastre económico que, según el presidente Miguel Ángel Ramírez, está solventado mediante la aceptación de ellos y de todos de reducir sus emolumentos esta próxima campaña y de llegar a acuerdos para recibir esas cantidades mediante otras fórmulas como la de dividir los pagos entre más años.

El máximo mandatario amarillo también aseguró que entre los futbolistas que no tiene la intención de vender están los dos delanteros, aunque lo cierto también es que el club está dispuesto a escuchar ofertas de otros equipos y a recibir las que le lleve cualquier miembro del plantel para, posteriormente, valorar una rescisión, tal y como ocurrió con Fidel, que vuelve al Elche.

Entre los motivos por los que Ramírez prefiere retener a la dupla atacante favorita de Pepe Mel está el hecho de que el Moña terminó la temporada como el tercer máximo goleador de toda la Segunda División, con 15 tantos, algo que está muy codiciado en una categoría como la de plata.

O que el Chino, que no estuvo a la altura de lo esperado tras su regreso de Grecia, ha perdido mucho valor en el mercado, por lo que no prevé recibir una oferta lo suficientemente buena como para desprenderse de un jugador al que considera uno de los principales activos de la entidad.

Durante el pasado mercado de invierno, el AEK Atenas, donde Araujo resucitó para el fútbol de la mano de Manolo Jiménez, el primero de los tres entrenadores de la UD este curso, quiso llevárselo de vuelta, pero Ramírez rechazó la oferta de 2,5 millones por considerarla insuficiente. También estuvo tentado por el fútbol chino, al igual que Rubén, aunque tales intenciones nunca llegaron a plasmarse en un interés real por escrito.

Compenetración

Pepe Mel, por su parte, es el más interesado en que los dos continúen la próxima temporada. Lo demostró con el hecho de ponerles de inicio en su primer partido al frente de los amarillos -en Riazor- y de mantenerlos siempre juntos salvo en la última jornada del campeonato. Incluso cuando el equipo fue consciente de que ya no podía luchar por la promoción de ascenso y que estaba salvado de manera virtual, algo que ocurrió más de un mes antes de la conclusión, el madrileño contó siempre con ellos.

Sólo la lesión de Araujo frente al Deportivo de La Coruña impidió que jugaran más. La mayoría de las veces lo hicieron formando la dupla de ataque bajo un sistema 4-4-2, el favorito del técnico, aunque alguna vez el argentino se trasladó a la banda izquierda. Sea como fuere, Mel considera que ambos se compenetran ala perfección; el '10', sobre todo, le da trabajo y asociación; el '7' mayormente, le brinda goles.

Ambos tienen contrato en vigor y quieren quedarse, sin embargo, la nueva realidad de ajuste económico podría hacerles cambiar de rumbo, aunque su salida no es sencilla. En todo caso, la UD tiene un problema millonario, porque ambos deberán bajarse el salario.

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