Tres semanas después del inicio de la pretemporada, y a otras tres de que dé comienzo LaLiga 1|2|3, la UD Las Palmas inicia hoy una concentración en Marbella con un sólo fichaje, sin concretar las bajas que está obligada a dar y, en definitiva, con un montón de frente abiertos que habrá solventar en los próximos días con el objetivo de confeccionar cuanto antes la plantilla del próximo curso 2019-20.

Los primeros tienen que ver, sobre todo, con las salidas, el caballo de batalla de la entidad amarilla desde el momento en que supo que no conseguiría el ascenso a la Primera División. De momento sólo rescindieron Fidel y Cala, pero han de ser muchos más. Aunque en el club consideran que hasta ahora han concretado todo lo que querían a estas alturas del verano, lo cierto es que el apartado de bajas se ha retrasado más de lo esperado.

Pese a todo, Mateo García y Christian Rivera, que se incorporaron más tarde a la preparación con la confianza de que sus respectivas situaciones quedarían resueltas antes, acabarán por salir. El argentino, el que más cerca está de ello, está a punto de marcharse al Birmingham inglés, que pagará por él una cantidad cercana a los 3 millones. El asturiano, en cambio, todavía debe esperar: a pesar de que tiene varias ofertas, entre ellas una del Getafe, la UD prefiere aguantar y hacerse fuerte en la negociación.

Las bajas

El caso de Mauricio Lemos es diferente. Aunque el uruguayo comenzó a trabajar desde el inicio, el club pretende ahorrarse su ficha y lo más normal es que acabe cedido en otro equipo, toda vez que nadie está dispuesto a pagar por él después de dos temporadas nefastas. Pepe Mel, mientras, le utiliza como uno más y le considera una pieza fundamental.

Por contra, el técnico madrileño no cuenta con Pekhart, los hermanos Castellano ni Deivid, a los que el club busca una salida. El checo, de hecho, no ha participado en ninguno de los tres partidos que la UD ha disputado hasta el momento. El central, por su parte, se marchará cedido, mientras que el acuerdo con los gemelos es el más complicado porque consideran que, si no cuentan con ellos, deben pagarles y rescindir.

El stage de Marbella servirá también para ver en acción a Jean-Armel Drolé, extremo costamarfileño y el único fichaje hasta ahora. Además, Mel decidirá definitivamente sobre quién le vale y quién no. Según reveló tras el choque ante el Marítimo, el club ya conoce sus descartes, sin embargo, los jugadores no. A ellos, asegura, se los dirá tras el partido ante el Betis el 7 de agosto, el último de la serie de cuatro en la Península.

Y luego a la UD le queda renegociar los contratos de buena parte de los futbolistas actuales de la plantilla para ajustarse a las normas de la Liga. Son los múltiples frentes abiertos del club.