Cinco bolos, una derrota y cinco lesionados -Raúl, Maikel Mesa, Rubén, Araujo y el último contratiempo de Cedrés, pendiente de evolución y que apunta a esguince de rodilla-. A quince días del inicio de LaLiga, la UD repite un boceto de acero -4-2-3-1- y llueven los problemas. Cascada de pánico. La advertencia de la LFP de la prohibición de poder inscribir,por el desfase salarial,forzó a la entidad a una medida urgente. La reducción de emolumentos de gran parte del plantel es el salvavidas en los despachos. En el césped, desborde y talento. Benito y Pedri. El cohete de La Aldea y un pintor tinerfeño de solo 16 años coleccionan los elogios.

Si la prueba definitiva confirma el esguince de rodilla de Cedrés, sería otro revés de órdabo. Ante un Almería desconcertado,que pasa a convertirse en propiedad del empresario árabe Turki Al-Sheikh tras abonar 20 millones, la UD repitió la fórmula de Funchal. Se atisba un once tipo con Josep, Aythami Artiles, Mauricio Lemos -en la plataforma de salida-, De la Bella, Timor, Galarreta, Cedrés o Benito como indiscutibles. Entra en esta relación Martín Mantovani, ausente en las dos últimos partidos ante Cádiz y Almería.

Un tiro de Cedrés (9') fue el primer aviso. El cuadro del técnico Óscar Fernández -deja su cargo a dos semanas del inicio de la competición tras la llegada del nuevo dueño- se rehizo con el tanto de Moreno en el 19'. A pesar de la contundencia de Aythami Artiles, un despiste de Mauricio Lemos fabricó el tanto almeríense.Concesión imperdonable. Muy similar a la de De la Bella ante el Marítimo de Funchal. Saque acelerado de una falta en la frontal y el uruguayo estaba fuera de su sitio. El tiro cruzado fue imparable.

Pedri fue dibujando más quiebros y regates de dibujos animados. Remate de Cedrés, a pase del tinerfeño, y el meta René Román despeja con los puños. El derribo a Benito (28') forzó la pena máxima que convirtió David Timor.

El nueve se llama Drolé

Tiro al palo de Moreno, con un golpeo desde la medular, y la UD se diluye en una fase de tinieblas. En el segundo tiempo, ante la lluvia de bajas en línea ofensiva, llegó el turno de Drolé. Espiau dejó constancia de su lucha en los primeros 45 minutos pero solo contabiliza un tanto en este verano -el primero de los amarillos en Fuerteventura-. Le falta precisión y esa capacidad de generar espacios ante las torres rivales. El infortunio le deja una oportunidad de oro. Es el único pistolero del plantel con ficha profesional -la Liga aún debe autorizarla-.

Timor brinda rigor y nervio. Galarreta se entona. Kirian y Álvaro entraron en la segunda parte. Se pisó el acelerador pero se detectan los mismos vicios del pasado: excesiva transición, poco remate. Envío de Álvaro y no llegó Drolé por centímetros. Curbelo también acarició la victoria. Falta contundencia y pólvora. Pero es pronto para sentar cátedra.