Drama a la vista. Pólvora para besar la paz. Ganar por lo civil o lo criminal. Qué Dios se apiade de Mel y Pedri. Y estamos en septiembre. De la epidemia salarial a las urgencias del novelista. No hay una noche plácida en el régimen planetario amarillo. La UD, desde las 21.00 horas (Movistar Vamos), y con las ausencias de Rubén Castro, Sergio Ezequiel Araujo, Maikel Mesa, Benito Ramírez y Raúl Fernández, reta al Sporting sin margen de error. Toca vencer para tomar oxígeno y cerrar el círculo tras 123 noches de espera. Una eternidad sin el elixir del éxito -en la fase preparatoria de julio y agosto de pretemporada solo se logró batir a Gran Tarajal, Tamaraceite y Lanzarote-.

La última victoria fue el 19 de mayo ante el Rayo Majadahonda. El peaje del gigante -quinto tope salarial- que bailó al Madrid en el Bernabéu (2017) y ahora se encuentra metida en un jardín. Antepenúltima con tres puntos, ocho unidades ya se han esfumado del Estadio de Gran Canaria. En el partenón hay problemas graves con las cañerías. Hemorragia histórica de puntos y créditos, que conviene reparar.

Tres goles en cinco jornadas. La sequía del enfermo. Y todos los tantos del gran ausente: Rubén. El déficit es también histórico, hacía 28 años que la UD no se veía en una igual. El gran enigma reside en el frente ofensivo de Mel. Tomas Pekhart es el único nueve puro del que dispone. Estará escoltado por Drolé, Cedrés y Pedri. La entidad, y toda la Isla, sigue pendiente del visto bueno del Beijing Guoan para disponer, por fin, de Jonathan Viera Ramos. Con serias opciones de debutar el domingo en Montilivi, Mel aguardará hasta última hora para conocer si puede recurrir al genio de La Feria. Aquí reside el factor diferencial.

Sin lista de convocados, el estilete del filial Juan Fernández se cuela en la relación de mimbres con mordiente. No queda otra. En lo referente a la medular, Kirian y Galarreta se postulan como intocables en la sala de máquinas. No conviene menospreciar la candidatura de Fabio. El canterano llama a la puerta.

La consigna de la UD es clara. Todo objetivo real, bien sea la salvación o la gloria del playoff, pasa por convertirse en una apisonadora en el partenón de Siete Palmas. Tras verse arrollados por el Almería (0-3), a lo que cabe sumar el despiste ante la SD Huesca (0-1), otra derrota sería una puñalada mortal a este proyecto de tinieblas. Contra las bajas, contra la sequía y contra ese clima de pesimismo que late en el ambiente -tras el encaje salarial sobre la bocina-, se rebela Mel y su corte de príncipes -Pedri, Cedrés, Josep...-.

Rotaciones en el paralelo Mel

El estratega madrileño confirma que habrá minutos para todos. Rotaciones a la carta. Álvaro Lemos o Eric Curbelo pugnan por la propiedad del costado diestro. Vuelve Aythami Artiles al eje central de la zaga y Martín Mantovani ya está apercibido. El papel discreto de Mauricio Lemos le manda al banquillo, pero se trata de una pieza de gran valor estratégico -puede actuar de zaguero o como de mediocentro defensivo-. En la autopista zurda vuelve De la Bella, que congeló a Suso en el derbi del Heliodoro. Ya solo por eso bien merece una estatua. Con el único aval de la reacción sobrenatural ante el Racing de Santander -dos goles en inferioridad fueron un milagro-, otro de los llamados a vestirse de héroe es el colombiano Juanjo Narváez. Conoce la fórmula mágica de Setién, ya que trabajó a las órdenes del extécnico amarillo en la máxima categoría.

Al otro lado de la trinchera, el Sporting de José Alberto López, hermano del exjugador de la UD Dani López. El bloque gijonés, sin el grancanario Hernán, descartado por una cuestión técnica, llega también herido. Solo computa una victoria en su casillero y fue víctima del 'síndrome VAR' ante el Dépor en la última jornada -volaron dos puntos por pena máxima en el fatídico minuto 94-. Todo hace indicar que podría repetir el mismo equipo con el que se midió al Deportivo y que jugó los mejores minutos de la actual temporada.

Djurdjevic es el diablo, en un conjunto con Carmona y Babin de ilustres veteranos. Corren tornados de dudas existenciales en el Sporting, que no termina de despegar e instalarse en la zona noble de la tabla de la categoría de plata. Pero tiene a todos sus efectivos disponibles, que ya es bastante en esta guerra de trincheras. La UD se encomienda al talento de Pedri y a un documento sellado en Pekín para dinamitar la corriente de magia negra. Volver a sonreír. La noche del Tratado de Versalles. Paz o nuevo incendio. Que sea lo que Dios quiera. Plegarias al Roque Nublo. Es el cierre de la sexta jornada, y va siendo hora de quitarse el pijama.