Señorial con el respetable. Ramírez elude la polémica con la grada. En relación a la negativa por parte de LaLiga de permitir la entrada de pancartas críticas con su gestión, aclaró que esa orden corresponde a la patronal del balón. "Quiero referirme poco a la afición. Preferiría que nada. La otra vez hablé del politono en tono de broma, se tomó mal pese a que no quise dañar a nadie. Cero comentarios. Solo palabras de agradecimiento. Tenemos 12.500 abonados y estamos encantados con este número. El domingo tuvimos una cita importante y la afición respondió. Estamos encantados con nuestra masa social".

Y sobre las pancartas añade que "la mayoría de los estadios no permiten que sean puntos de protesta, aquí se viene a disfrutar de los amigos y la familia. No podemos contribuir a generar conflictos. No vamos a admitir que el Gran Canaria sea un centro de protestas con pancartas. En función del informe del equipo de Seguridad, nos aconsejaron, siguiendo instrucciones de La Liga, no admitir pancartas a favor ni en contra del evento".