Temas calientes a corazón abierto. Espíritu conciliador en tiempos de regeneración. Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD, analizó ayer en Cope Las Palmas su tensa relación con un sector de la afición y tiende la mano a la Federación de Peñas para sellar la paz. "Seré muy breve con el tema de los aficionados; dije en tono jocoso lo del politono y no sentó bien. Pido disculpas, no estoy para alterar la tranquilidad de nadie (...) Llevo 14 años en el cargo y es habitual. Hay un nuevo modelo de gestión de los clubes con accionistas mayoritarios y la afición me ha ayudado durante todos estos años. A los que han decidido romper relaciones, les repetamos. Si están descontentos, trataremos de hacerles cambiar de opinión".

Aclaró la situación de un abonado cuyo carné está retenido tras personarse en Barranco Seco sin autorización y colocar una pancarta de 'Ramírez vete ya'. "Hay un abonado que saltó la valla y se introdujo en Barranco Seco. Puso una pancarta y con las cámaras le hemos identificado. Se presentó la pertinente denuncia, no dejaremos que nadie falte el respeto a la UD. Se le abrió un expediente y el asunto está en manos de la Comisión de Disciplina Social del club. Ellos decidirán si puede volver o si se le sanciona de forma definitiva. Cabe recordar que el derecho de admisión es de la UD".

Al igual que el Tratado de Versalles, Ramírez quiere retomar el espíritu de la paz. "Me siento con todos los aficionados que lo solicitan. Siempre me sentaré, incluso con la Federación de Peñas, con cualquiera. Si deciden restablecer relaciones, no podremos impedimento alguno".

Sobre la frase del verano del ascenso de 2015 -'el que no quiera ir al estadio que lo vea por el Canal Plus- argumenta que se tergiversó el talante original de la sentencia. "No fue así, decían que el abono era caro, pues hicimos 20.000, todo un récord para la entidad. Si lo ven desde su casa, nos ayudan con los pinchazos [de televisión]. Jamás en Primera tuvimos 20.000 abonados; cuando se quiere tergiversar la cosas, se tergiversan".

Al empresario majorero Gregorio Pérez poco o nada le tiene que responder. "No tengo nada que decir, lo harán mis servicios jurídicos. Las querellas no se anuncian (...) Tenemos tantas cosas que hacer, que no nos va parar nadie".

Sobre Patricio Viñayo y Toni Otero

En los micrófonos de Cope, a Ramírez se le cuestionó por el papel del director general de Gestión Patricio Viñayo. ¿Qué grado de responsabilidad tiene en el último curso y el grado de angustia por cuadrar el límite salarial? "Patricio lleva 13 años en la UD y su misión es la de director general de gestión. Lo lleva todo menos la faceta económica. Está está en la comisión deportiva, está en la dirección de marketing y comunicación. Participa en todo, menos en lo económico que ya lo llevo yo (...) Me gusta su rol y aprecio su labor, es como esa mosca cojonera, te dice lo que opina, luego ya verás si le haces caso o no. Ha sido una pieza importante en todos nuestros logros".

Toni Otero, secretario técnico, fue señalado por la crítica como el gran responsables del pasado fiasco. Para Ramírez, su crédito está intacto. "Entendemos que no fue tal desastre, en septiembre, creíamos que teníamos una buena plantilla y las cosas no funcionaron. Esto es fútbol. Hizo lo que se le encomendó: hacer una gran plantilla, pero no fue un equipo. Ahora tenemos el 75% delplantel del pasado curso, y digo yo que tendrá su cuota de mérito. Si considerase que tuviese un grado de culpa importante, no seguiría".

La denuncia del agente de Pekhart

Ramírez reconoció que el agente del delantero checo Tomas Pekhart denunció a la UD por impago -le reclamó unos 30.000 euros-. "No fue el chico, fue su agente y nos reclamaron 30.000 euros [el pasado junio]. Y demostramos ante la AFE y tras una revisión exhaustiva que realmente era él el nos debía unos 150 euros. Ganamos la denuncia tras acudir a un acto de conciliación. Además, ahora mantengo que yo creía en Pekhart, no quería que se fuese. Mel nos comunicó en julio que si salía Pekhart quería un nueve de idénticas características".