En la época del renacimiento, de los puristas, de la revolución de la posesión y la apuesta por el balón, quedan reductos, como esa aldea gala del cómic de Astérix, que se agarran a otro tipo de fútbol. Una manera, puede que más arcaica de entender el balompié, pero que ejecutada a la perfección da victorias y logra los mismos objetivos. El Cádiz, con ese manual de estilo, desquició a la UD Las Palmas, se afianzó en su liderato -31 de 33 puntos posibles- y cortó la dinámica victoriosa de los grancanarios (2-0).

Se estampó la UD en el Carranza ante un muro llamado Cádiz que lleva la firma de Álvaro Cervera, un tipo que no engaña a nadie. Un gol de Fali, a la salida de un córner en la primera mitad, y otro de Álex Fernández para cerrar el partido, tumbaron a una UD que padeció la intensidad y firmeza de un equipo que empieza a despegarse en el liderato, sacrificado, que juega a lo que sabe y lo hace de maravillla. Todo en una UD que padeció, como era previsible, la falta de su niño Pedri.

Pepe Mel intentó que la baja de Pedri le trastocara lo menos posible su dibujo. En esa línea continuista de su pizarra, Kirian se mantuvo en el once y cubrió el hueco del internacional sub 17 para volver a dejar paso en el doble pivote a Iñigo Ruiz de Galarreta. Por lo demás, un once que casi empieza a sonar de memoria, guiado por un hombre: Jonathan Viera Ramos.

La historia que tenía la UD Las Palmas por delante, después de contar por victorias sus últimos cuatro partidos, era una epopeya: hacerle cosquillas al Cádiz, líder incontestable de la competición. Todo en un Carranza rendido a su equipo, que se rasca los ojos cada vez que ve a los suyos dominando LaLiga SmartBank de esta forma.

El guión del partido, de entrada, no engañó a nadie que le haya echado un vistazo a cualquiera de los dos equipos esta temporada. La UD asumió el control del balón, de la posesión, y el Cádiz se agarró a lo que mejor sabe hacer, a algo que aplica de maravilla: robar y correr, esperar ese momento para hincarle el colmillo a su presa. El ejemplo: un patadón de Fali a los cinco minutos que el 'Choco' Lozano casi transforma en un contragolpe de los de taparse la cara con las manos, de esos que prefieres no mirar si van en tu contra.

Porque el Cádiz clava su juego a la perfección. Es de esos boques que disfruta matando por cada palmo, que no se agobia si pasan los minutos y no ve el balón. Y todos lo acepta: desde el utillero al asistente a la última fila del Carranza. En esa previsibilidad del partido, a la UD, dominadora con el balón, le faltaba ese golpe de varita que transformara su posesión en algo más. Lo intentó, cómo no, Jonathan Viera, que pululó siempre donde quiso en la zona de tres cuartos.

Y justo en uno de esos arreones de Viera llegó un susto para la UD. Trazó el '21' una pared con Pekhart, cayó tras el pase y el silbato no sonó. En esas, Aythami recuperó el balón, pero su entrega, errática, revolvió al Cádiz. Con eso es con lo que disfrutan los de Cervera. El contragolpe fue un aviso.

El bofetón llegó poco después, en el primer córner que tiró el Cádiz en todo el partido, producto de otra muestra de rapidez para plantarse en el área. Voló Fali solo a un balón que cayó al primer palo para complicarle el día a la UD Las Palmas. El central, cortado a la vieja usanza, de los ásperos, de los que rasca -la tuvo con Jonathan Viera unos minutos antes, al que le dejó el hombro en el cuello- clavó el balón en la portería de Josep. Una muestra de por qué el Cádiz es líder: no le hacen falta ocasiones para hacer gol porque sufrir es su gran virtud.

La UD acusó el golpe del gol. Si esperaba un marcador apretado hasta el final, si los amarillos -ayer de rojo- querían hacer dudar al Cádiz con el resultado, esa historia estaba rota. Los de Mel se desorbitaron por momentos, erraron más en la creación y el Cádiz se creció. Crecía Salvi y Perea en las bandas cadistas, robaba más y mejor José Mari y Edu Ramos, aparecía más Álex Fernández. EL Cádiz estaba en ebullición.

Se olió el segundo en el Carranza en un centro desde la derecha de Salvi Sánchez que se resbaló entre las manos de Josep Martínez. Fue la primera parte de una jugada que acabó en meneo de Perea a Álvaro Lemos para cruzar un tiro peligrosísimo. El asunto pintaba mal para la UD.

Peor solo unos minutos después. Al borde del descanso, el parte de guerra en el que se ha convertido la lista de lesionados de la UD, sumó otra víctima: Martín Mantovani. Mauricio Lemos saltó al verde en un banquillo que si tenía cosas era defensas. Y es que Cristian Cedrés, con un problema de última hora, se cayó de la banda -incluso en la hoja de alineaciones estaba el extremo-.

Mucho tenía que cambiar el devenir del partido en la segunda mitad si la UD quería rascar algo del Carranza. Con Jonathan Viera con sombras siempre a su alrededor y sin la compañía de Pedri, Las Palmas notó cierta falta de continuidad en el juego en la zona de desequilibrio. Porque el talento siempre se nota.

Probó con otra cosa la UD para empezar la segunda parte: un par de golpeos desde fuera del árena, con Kirian y Ruiz de Galarreta en la ejecución. El Cádiz, por su parte, seguía el plan: a los fallos del rival, oportunidades.

El reloj caminaba y Las Palmas seguía empantanada. Se cruzó la hora del partido y la UD se entonó algo. No osbtante, el muro del Cádiz seguía igual de rígido, igual de inalterable. Mel tiró del único atacante que tenía a su lado, el delantero del filial Juan Fernández, que entró por un Srnic trabajor, en su línea, pero desatinado con el balón en el Carranza.

Se vino arriba la UD con la llegada del último cuarto de hora de partido a lomos de Viera. Refrescó Cervera a su Cádiz para mantener el tono: el de la intensidad y el de la velocidad. La jugada no le pudo salir mejor al técnico cántabro. Con el tienerfeño Nano Mesa sobre el césped, el Cádiz encontró otra moto. Le metió un ritmo más a Lemos, le ganó la partida en otra contra voraz y le mandó un servicio a Alejo.

En la pugna con Alberto De la Bella, Asi Reig decretó penalti. Y Álex Fernández, especialista él, no perdonó. Mel acabó en la caseta, expulsado por sus protestas, y la UD dio carpetazo a su racha en casa del líder.

Ficha técnica:

2- Cádiz: Cifuentes; Carcelén, Fali (Marcos Mauro, m.81), Cala, Espino; José Mari, Ramos (Alejo, m.73), Álex Fernández, Salvi, Perea (Mesa, m.73); y Lozano.

0- Las Palmas: Josep; Álvaro Lemos, Mantovani (Mauricio Lemos, m.44), Aythami, De la Bella; Fabio, Ruiz de Galarreta; Srnic (Fernández, m.68), Kirian (Dani Castellano, m.83), Viera; y Pekhart.

Árbitro: Ais Reig (comité valenciano). Expulsó al entrenador de Las Palmas, Pepe Mel, por protestar el penalti que precedió al segundo gol del Cádiz (m.78). Amonestó con cartulina amarilla al local José Mari y a los visitantes Álvaro Lemos, De la Bella y Viera.

Goles: 1-0, M. 27: Fali. 2-0, M. 79: Álex Fernández, de penalti.

Incidencias: Partido de la duodécima jornada de Liga de Segunda División, disputado en el estadio Ramón de Carranza. Asistieron 16.440 espectadores. Los jugadores de ambos equipos saltaron al terreno de juego de la mano de 22 mujeres que han superado la enfermedad del cáncer de mama.