Intervenido de una hernia discal en Madrid -9 de agosto-, el domingo pisó el césped 162 días después. ¿A qué le saben los nueve minutos de La Romareda?

A gloria, llevaba mucho tiempo en el que no podía ejercer mi profesión [casi tres meses KO tras determinarse el 25 de julio que pasaría por el quirófano].No me sentía futbolista, y eso jamás lo había vivido. Me tocó vivirlo en primera persona y en un período largo. Logré dejarlo atrás. Saltar en La Romareda fue una liberación y un paso más. Ya todo queda atrás.

¿Qué aprendió del dolor?

Me hizo madurar. Jamás pensé en pasar por esto, no estás preparado. Es tremendamente complicado, por suerte, nunca me había lesionado de nada. No pasé ni dos días parados y de repente te afecta hasta en tu día a día. Te ves lastrado, solo hacía vida en casa y poco más. Únicamente valía para estar sentado, fui paso a paso. Lo encaré como un reto más en mi vida.

Lo suyo para triunfar en la UD

No tuve la suerte de subir del juvenil al filial y luego al primer equipo. Lo mío es paso a paso, sufriendo...Así lo valoro más cada día que pasa y el estar aquí es el premio a mi trabajo. Exclusivamente. Y estoy muy orgulloso. Era uno de mis objetivos formar parte de uno de los equipos más grandes como es la UD.Un privilegio.

Bajo la lírica del regreso del renacido, el espectáculo amarillo en La Romareda fue dantesco. Concesiones y despropósitos. ¿Qué conclusión saca del último varapalo ante el Zaragoza?

Te deja un sabor agridulce. Ellos fueron más eficaces, lo tenían más claro. Robaban y nos pillaban en muchísimas ocasiones [a la contra]. Cuando se ganaron cuatro partidos se sabía que no íbamos a subir directo, ahora que hemos perdido tres, cabeza fría. Tenemos una idea y un estilo de juego que nos daba puntos.Éramos un equipo sólido y al contrario le costaba generar ocasiones. Hay que volver a eso. Regresar a la 'A' que nos llevó a los triunfos. La fórmula que nos hizo sólidos: seriedad defensiva, un equipo compacto con balón, ideas muy claras...A eso le añade la calidad que existe, que es la que te proporciona el salto definitivo.

Últimas tres jornadas: tres derrotas y ocho goles encajados. En ese tramo del terror, la UD luce un 68% de media de posesión. ¿De qué vale tener la pelota si luego te trituran a la contra?

Hay que alcanzar el nivel intermedio. Ni el 100% de la posesión te asegura ganar, ni no tenerla, como el Cádiz, te asegura que siempre obtengas grandes resultados. El equipo hace las cosas bien cuando es serio defensivamente. A nivel técnico, es superior al contrario, ahí se marca la diferencia.

¿Cómo encaja usted en el ecosistema táctico de Mel en ese triángulo Fabio-Kirian-Viera?

Tengo la suerte de jugar en diferentes posiciones y encajo. Pero me veo donde el míster lo considere. Estoy a su disposición. Mi fuerte es llegar de segunda línea y marcar, hice cinco goles en la pasada temporada y con menos minutos de los que merecía.

Si Pedri es insustituible, ¿eso no habla mal del resto? Cuestiona el valor de un vestuario que tiene a usted, Galarreta, Viera...

Centrarte en un futbolista, tenga 16 o 30 años, sea Pedri o Viera juega en tu contra. Es un equipo y hay 24 futbolistas. Todo están preparados. No me gusta centrarme en uno: somos la UD y hay 24 fichas.Así como gente del filial que vienen a ayudar. Las individualidades te ayudan, mire Messi en el Barça, es un grande y lo añoraran. Pero aquí somos un bloque.

¿Qué resalta de Viera que no se haya dicho?

Es un futbolista importante, ha sido internacional absoluto. Tiene un contrato con otro equipo pero siente esto como propio. Es un privilegio, algo maravilloso. Pero resalto su faceta de líder, ayuda en los entrenamientos, lo ves tirándose al suelo. Verlo te contagia.

¿Qué extrajo del cruento batacazo del pasado curso con el segundo mayor tope salarial?

No valen nombres ni tener el mayor presupuesto. Lo que cuenta es ganar. Debes lograrlo con tus armas. En la pasada temporada no había mejor plantilla que la nuestra. No supimos sacarle beneficio y ascender. Pero con humildad y trabajo se sube. Veo la otra cara de la moneda. Bajamos el presupuesto y somos gente joven. Capaces de estar arriba.

Usted es chicharrero y militó en la base del Tenerife. Yo pagaría un millón de euros por verle celebrar un gol al 'Tete' en el Heliodoro. Solo ha podido jugar 13 minutos ante el eterno rival.

Me pilló de sorpresa [diciembre de 2018], solo jugué un ratillo. En la vuelta no pude, luego estuve lesionado. Pero me quedan muchos años aquí. Firmo no jugar ante el Tenerife y que el equipo haga las cosas bien y logre subir.Es un partido especial...

¿Qué daría por marcar?

No es un partido más. Me gustaría marcar al Tenerife y a todos.

¿Pero qué tiene de especial?

Lo es porque soy del Tenerife y me echó porque no valía. Es cómo decir: 'te equivocaste'. Me marché en juveniles al Laguna, jugué en División de Honor y no fiché por la UD porque tenían un convenio con el Madrid. Pasé por Tercera, filial de Osasuna, Segunda B...No dieron el brazo a torcer. Te puedes ir y volver. Llevo más de 150 partidos en Segunda y aquí sigo.

Debe ser duro que te expulsen.

Cuando eres niño más, no entiendes el por qué. El Laguna me acogió como una familia. Ahí empecé a crecer, pasito a pasito. Jugué en Primera, he logrado ascensos y lo que queda

No volverá al Tenerife.

No, ya jugué de pequeño.....

Su caso, Pedri, Kirian o Fortes. ¿A qué achaca la fuga de talentos de las redes del Tenerife?

A no confiar en lo que tienen. No es normal.Carlos Gutiérrez [ex de la UD] es amigo mío y está en el Numancia. Omar Mascarell está en la Bundesliga y jugó Champions. Es un problema que tienen en la base. Se lleva trabajando con los misma gente y no hay frutos. Pero siguen los mismos. No se ayuda al jugador, pero me importa bastante poco. Aquí sí se da el paso. La UD es el espejo en el que mirarse y saber que se equivocan.

Ese divorcio con el Tenerife le ha convertido en todo un icono para la afición amarilla.

Divorcio sencillo. Si no te quieren, te echan y no te valoran. A mí me menospreciaron en ese sentido, no me quisieron nunca. Quieres al que realmente cree en ti. Me siento como si fuese de aquí, de Schamann de toda la vida.

¿Mel cree en usted?

Me centro en lo mío. Me empeñé y recorté el plazo de baja. Lo mío es entrenar. El míster decide.

¿Qué dice de Pedri?

No había visto nada igual. Trabajé en verano en un gimnasio y lo conocía.Le llamé y le comenté que viniese tranquilo.Es diferente, juega de verdad y es muy difícil.

¿Qué teme del Alcorcón?

Es un equipo de Segunda con todas las letras. Será difícil encontrar espacios entre líneas. Hay que volver a esa 'A', al punto que nos hizo fuertes y fiables en casa.