Blindaje atrás. Volver a levantar la muralla. Se puede decir de muchas maneras, pero el objetivo principal de la nueva UD Las Palmas que saldrá el próximo domingo (17.00 horas, Movistar LaLiga) a jugar contra el Real Oviedo es recuperar la solidez defensiva que le permitió lograr una racha de cuatro victorias seguidas hace ya algo más de un mes. Porque si bien el equipo realizó un fútbol primoroso, de poesía, bajo el manto de Jonathan Viera y Pedri González, también fue una roca atrás.

Y lo fue, entre otras cosas, porque Pepe Mel encontró su defensa ideal, con Josep en la portería; y Álvaro Lemos, Mantovani, Aythami y De la Bella en la defensa. Con ellos, el cuadro amarillo logró mantener la portería a cero en tres de los cinco triunfos que logró en seis jornadas. Ninguno de ellos estuvo en la deriva de Anduva, pero ahora el madrileño podrá volver a contar con cuatro de ellos, todos menos el lateral derecho gallego.

Pero sobre todo recupera a Martín Mantovani, cuya lesión en el Ramón de Carranza dejó a la UD huérfana en la retaguardia. Desde que se retiró en el descanso del encuentro ante el Cádiz, cuando Las Palmas ya perdía, el cuadro amarillo encajó un gol más en esa cita, tres frente al Fuenlabrada, otros tres contra el Zaragoza, uno ante el Alcorcón y don en Miranda de Ebro.

En total fueron 10 los tantos recibidos sin el argentino, aunque lo peor no fue eso, sino la sensación de endeblez defensiva y falta de liderazgo. Algo se perdió con la ausencia del central y ahora Mel aplaude su vuelta. También la de De la Bella, que vuelve tras su sanción, la de Aythami, ya recuperado de sus molestias de la semana pasada, y quizá la Josep, cuya petición de sustitución, según el meta por un golpe en el tobillo, en su última comparecencia ante los alfareros, después de cometer un error garrafal, no convenció del todo al entrenador.

En cualquier caso, juntos -más Alvaro Lemos- conformaron la muralla con la que la UD no recibió un sólo gol en tres de sus cinco victorias en seis partidos, ante la Ponferradina, el Lugo y el Deportivo de La Coruña -en el otro choque en el que no encajó, frente al Sporting, Mauricio Lemos jugó en el lugar de Mantovani, aquejado de molestias-.

Así que Las Palmas no sólo se encomienda a la recuperación de su versión poética ofensiva, con el regreso de la sociedad Viera-Pedri, acompañada de Narváez y Tomás Pekhart, sino también, y en la misma medida o más, al restablecimiento de la solidez.

Ayer, el central argentino prefirió quitar hierro a la mala racha de un punto de 15 posibles e instó a todos a "apretar las tuercas" para "volver a estar al nivel que tuvimos cuando ganamos cuatro partidos seguidos". También contradijo a Mel. Desde su percepción, el equipo no se viene abajo tras un revés, como por ejemplo un gol. "No estoy de acuerdo con eso. Si nos pasara, sería un problema, y creo que no lo tenemos. No ganamos porque no hacemos las cosas bien. Si el equipo no tiene respuestas, sería un problema y ese no es el caso", dijo.

El domingo, ante el Oviedo, se presenta una nueva oportunidad a la UD para demostrarlo, esta vez con siete futbolistas recuperados con respecto a la cita anterior, entre ellos Viera, pero también Mantovani, quien habrá de liderar la reconstrucción de la muralla amarilla.