La Provincia - Diario de Las Palmas

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Falta gol, falta espíritu

El atacante de la UD Tana controla el esférico, ayer, ante la oposición de Aitor Sanz, durante una acción del primer tiempo en el Gran Canaria. QUIQUE CURBELO

Inocente y previsible. El pecado de jugar con uno más. La roja del desconcierto. Van cuatro episodios -ante Tenerife (2), Rayo y Fuenlabrada- de falta de resolución ante un rival en inferioridad. La UD no encontró la manera de batir al portero del Tenerife Dani Hernández durante 69 minutos en los que compitió sin instinto. Faltó voracidad,electricidad, descaro, velocidad y ocupar los espacios. Abrir el campo. En ese once contra diez, el conjunto isleño acabó devorado por la impotencia. Consumidos por la pesadilla del embudo.

Todo por dentro, telegrafiando pases e intenciones, haciendo internacionales a dos centrales con antecedentes de desánimo y fatalidad como Sipcic -su actuación en El Toralín fue un desastre- o el majorero Alberto -señalado en el Heliodoro-. Con 32 goles en contra, el 'Tete' es el cuarto equipo más batido de LaLiga. Ayer se fue sin despeinarse del partenón.

En el 21', un pelotazo de Aythami Artiles fue peinado por Alberto, que permitió a Rubén Castro poner el turbo hacia Dani Hernández. Carlos Ruiz, cometiendo un error garrafal, agarró al Moña y el colegiado López Toca activó la máquina del terror. A la calle. Éxtasis y condena. Ya le pasó a la UD en la primera vuelta en el Heliodoro, cuando Luis Milla se fue a la caseta por una patada salvaje sobre Pedri. Ante Rayo y Fuenlabrada, los de Mel también se gozó de minutos de superioridad y no se marcó. 142' con un jugador más en estos cuatro duelos y cero tantos a favor.

Antes de la roja, el derbi estaba loco. Del intercambio de golpes inicial -penetración de Dani Gómez, tras zafarse de Mauricio Lemos, y un disparo que fue detenido con maestría por Valles- a un carrusel de llegadas. Rubén Casro, Pedri, Tana, De la Bella...El infante probó fortuna con un tiro cruzado y se activó el latir volcánico. Pero se acabó la batería. Se acomodó la UD, que diseñó una versión actualizada de la parálisis de Santander -solo se desactivó con un tiro de Pedri y el zarpazo de Benito desde la frontal-.

Fantaseó Tana, que dejó taconazos y combinaciones de lujo, con los quiebros de cintura del tinerfeño, en todo un alarde pirotécnico. El derbi prometía. Presión altísima del bloque de Baraja, con Milla y Aitor repartiendo estopa. Escenario cruento, que deja a la UD con un solo gol, el 'Benitazo', tras cuatro partidos. Es el síndrome 'post-Viera',que parecía diluirse tras aparecer esa roja.

La gran parada fue de Valles

Dani Gómez fue el mejor del partido. El punta del 'Tete' emprendió una lucha contra todos los elementos. De la Bella no se pegó a la línea de cal. Srnic pasó a la derecha, ante la lesión de Mauricio. Eric Curbelo hizo de escolta de Aythami. Exhibición de Galarreta y Tana acusó la falta de ritmo. Varela, que hizo de revulsivo, entregó el esférico y se desmarcó. Todo un acontecimiento. El balón agonizaba en las botas de Pedri. Nadie se desmarcaba.

Rubén no gozó de un metro cuadrado. Qué fácil es puntuar en el Gran Canaria. El Tenerife tiró de pragmatismo, simplemente eso, tildarlo de heroico es una atrocidad. Se ha acostumbrado la UD a 'pasear' en las fases críticas del encuentro. Falta determinación y una pizca de carácter.

Por evaporarse, se marchó hasta el malo de la película. Suso, sin oxígeno, tuvo que ser sustituido por Moore. Dejó una entrada altamente tóxica a Pedri. Con los pies por delante, propia de un jornalero de los derbis. Sobrevalorado por su ADN de furia, conforma un tesoro en este tipo de partidos sin ocasiones, ni juego. Ahí su leyenda. La UD no logra batir al Tenerife tras 180 minutos en esta Liga. La mejor parada fue de Valles. Hay falta alarmante de pegada. Pero también de mala leche.

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