De una puesta sublime ante el Fuenlabrada al rol de suplente ante el Tenerife. ¿En qué medida le perjudicó la sobrecarga muscular ante el Badajoz en Copa?
Más que perjudicar, retrasó las expectativas y el nivel de exigencia que tenía para ayudar a la UD cuanto antes. En Fuenlabrada me encontré muy bien, entré en dinámica y llegó el partido de Copa. Quería estirar mi nivel de juego. Fue una pena, nada serio. Estuve una semana parado. Ya quiero entrar para aportar lo máximo.
Usted cayó en ese virus de histeria que se ha convertido el vestuario cuando aparece un episodio muscular. ¿Qué tenía?
Una leve sobrecarga, se podía haber forzado [ante Zaragoza o Racing], pero visto cómo está la temporada, mejor ser cautos. Más vale perdernos estos partidos y ahora sí estar al cien por cien.
E n el derbi gozó de 27 minutos pero Mel fue muy crítico con su rol. 'Espero más de él' y 'pudo cambiar el partido pero entró al mismo ritmo que el resto'. ¿Qué le parecen estas valoraciones?
No me fijo en ello, sé que el míster no piensa eso de mí. Seguramente fue en caliente por el derbi; todos queríamos ganar y luego toca reflexionar. No le doy importancia, regresé tras diez días parado y sentí que hicimos muy buenos minutos. Cambié la dinámica del equipo, era difícil porque el Tenerife estaba encerrado y con diez. Fue complicado encontrar espacios, traté de acabar sin molestias. Quiero agarrar ritmo para todo lo que viene [restan 17 jornadas para el final de Liga].
¿Se ve titular en Riazor?
Depende del míster. Nos medimos a un rival complicado, que ha logrado encadenar cinco victorias. Salieron del descenso y han fortalecido su juego. Riazor es un estadio que se me da bien [ganó 0-2 el pasado curso con el Rayo Majadahonda] e hicimos un partido espectacular. Espero que siga así.
En Riazor es imposible jugar mal. Un templo de Primera.
Entras y te dan ganas de jugar.
Usted jugó en las categorías inferiores del Celta, ¿le sigue teniendo ganas al Dépor?
Es cierto, en inferiores, el Dépor siempre fue un rival directo, como los derbis aquí ante el Tenerife. Siempre me gusta jugar estos partidos, el Dépor es un grandísimo equipo. Toca un estadio espectacular y debemos sacarlo adelante.
Javi Castellano, Galarreta, Pedri, Tana, Rubén y Benito conforman el nuevo ecosistema táctico en este ciclo 'post-Viera'. Hablan su idioma de balón al pie. ¿Solo se concibe una UD de fantasiosos? ¿Y lo de romper por los costados? ¿Es necesaria una revisión?
Es evidente que contamos con un estilo que se fundamenta en el toque como principal herramienta. Así es la UD. Pero todo se puede mejorar, pecamos de estar juntos en el medio.Deberíamos contar con un poco más de profundidad. Pero resalto lo positivo, el entendimiento entre todos es muy bueno. Sacamos la pelota y mostramos buen fútbol.
Un gol en 444 minutos. ¿Por qué? Aporte una solución.
Me comentaron que desde hace tiempo cuesta medirse a un rival en inferioridad. Hay que insistir en generar dos contra uno y situaciones de superioridad. En el derbi, tuvimos mucha posesión, pero sin buenos centros. Estamos trabajando duro para mejorarlo.
De Butarque a Barranco Seco. ¿Cómo marcha su adaptación?
El trato es agradable. Existe un grupo sano, me recibieron muy bien y quieren que sume al equipo. Desde el primer día me ayudaron a formar parte de la dinámica. Soy feliz, y así, las cosas salen.
¿Usted renuncia al ascenso?
No, claro que no renuncio al ascenso. Pero jamás se me exigió cuando aterricé en Gran Canaria [el pasado 2 de enero]. Ascender sería espectacular.
Explique su ostracismo en el Leganés -un partido de Copa de 59' ante el Andorra-. ¿Qué falló para ser invisible para tres técnicos -Pellegrino, Luis Cembranos y Javier Aguirre, al que transmitió su deseo de salir del club? ¿Le faltó gallardía o fue un problema de aclimatación al sistema?
Al llegar a Leganés, tuve muchas lesiones en pretemporada. No competí ni una semana seguida. Vuelvo con LaLiga empezada y el Leganés no ganaba un partido. Era complicado apostar por mí, ya que no me vieron jugar. En ese sentido, no fue que me yo escondiese ni nada parecido, todo lo contrario. Me gusta mostrarme, agarrar la pelota y tirar hacia arriba. Tengo mucha personalidad. Pero es que en Leganés, se juega sin un 'diez' [la figura que genera y da el último pase]. La principal tarea radica en defender, y luego, construir el ataque. Pero se ejecuta desde la segunda jugada y con el balón en largo al delantero. Me considero un jugador de toque, de encarar, de asociarme... No encajo.
¿Es cierto que en enero le quiso fichar el Almería?
Sonaron muchos, pero quería uno que apostase. Y que encajase en mi espíritu, porque ya tuve la experiencia de Leganés. No encajé y quería jugar. Soy ambicioso, no me gusta estar sentado en la grada. Me frustra. Salió la UD y no lo dudé ni un segundo.
¿Cuándo se cerró todo?
En Navidades.
Ya que no es Viera, como lleva repitiendo desde su aterrizaje, ¿podrá ocupar el espacio del '21' y desatascar el frente ofensivo?
Soy atrevido, encaro y me asocio. Soy Fede Varela, Jonathan es Jonathan; tanto para la afición como para Las Palmas, es un grandísimo jugador. No tengo ningún reto personal de suplirlo, solo hago mi trabajo. Ayudo a la UD en todo lo que puedo y pido el balón.
¿Qué jugador le ha impresionado más del vestuario?
Hay muchos con calidad: Pedri, Tana o Benito, que en el Majadahonda ya hacía de lateral, pero aquí es extremo y se atreve. Pero Galarreta tiene algo especial.
Maradona o Messi.
Diego hizo una carrera espectacular, no los comparo. Messi lo hace todo: construye, finaliza, te da consistencia. Pero Maradona es una religión.
Tiene contrato con el Leganés, ¿le gustaría afincarse en la Isla tras jugar en Suiza o Portugal?
Estoy muy cómodo. Deseo que todo vaya bien. ¡Quién sabe! Quizás me quede... Espero que sí.
