Un regreso a lo anterior. Pepe Mel desecha el invento de las dos últimas jornadas y regresa al pasado, pero no sólo eso, sino que además se plantea un movimiento de cromos en el que Pedri González se convertiría en el gran protagonista, porque retrasaría su posición hasta el mediocentro para acompañar a Javi Castellano. Este último estaría para destruir; el otro, para crear. Es lo que ensayó ayer en el tercer entrenamiento de la semana. Nada definitivo, pero es una idea que ronda la cabeza del madrileño para tratar de que su equipo vuelva a recuperar el tino.

Siete partidos sin ganar son muchos y urge ya una victoria para romper una mala dinámica que se prolonga desde el último partido del año pasado. En el objetivo de provocar un punto de inflexión el madrileño, influido en buena parte por las múltiples ausencias con las que contaba, cambió el dibujo en las dos últimas jornadas, sin embargo, el resultado fue nefasto: dos derrotas.

El elemento común fue la existencia de una defensa con tres centrales y dos carrileros. Los que cambió entre un encuentro y otro fue que, ante el Deportivo de La Coruña, sólo jugó un delantero -Rubén Castro-, mientras que ante el Cádiz lo hicieron dos -el propio Rubén y Narváez-. El sistema, en cualquier caso, no dio fruto, por mucho que Las Palmas mereciera más en su enfrentamiento con el líder.

Y por eso ahora, que suma para la causa a Ruiz de Galarreta y Aridai, además de Alberto de la Bella, que vuelve tras cumplir un partido de sanción, prevé una vuelta al 4-2-3-1 con el que su equipo obtuve las dos rachas de cuatro triunfos seguidos, aunque entonces estaba Jonathan Viera, el elemento diferenciador de la UD y el que le ha permitido no estar más abajo de los que está -seis puntos por encima de la zona de descenso-.

Mejorar la creación

Ese dibujo fue el que probó ayer en Barranco Seco y el que prevé repetir mañana (17.15 horas, Movistar LaLiga 1) en el estadio de Los Pajaritos, donde Las Palmas se mide con el Numancia de Soria. La gran apuesta de Mel es que Pedri dé un paso atrás para guiar el juego amarillo. El inquilino habitual de esa posición, en condiciones normales, sería Iñigo Ruiz de Galarreta, titular indiscutible siempre que ha estado disponible, pero sus molestias, las mismas que le llevaron a guardar reposo la última jornada, podrían llevarle al banquillo para no forzar y recaer.

De confirmarse lo ensayado, el técnico buscaría un jugador creativo al lado Javi con el fin de dinamizar la salida del balón, a pesar de la de mediocentro no es la posición ideal de Pedri, quien, por otra parte, ha servido de comodín a lo largo de todo el curso, ya que ha participado en las dos bandas, en la mediapunta e incluso en alguna ocasión en la delantera como falso nueve.

Por lo demás, siempre según lo dispuesto en el entrenamiento de ayer, a puerta abierta durante todo el tiempo, y a expensas de lo que pueda en la última sesión que tendrá lugar esta mañana, Benito Ramírez y Juanjo Narváez ocuparían los extremos, ambos a pierna cambiada, Fede Varela la mediapunta y Rubén Castro la delantera.

En la parte de atrás, la defensa volvería a ser de cuatro integrantes, con Mauricio Lemos y Aythami Artiles como pareja de centrales -lo que dejaría a Mantovani, titular indiscutible antes de su lesión, una semana más en le banquillo-, Eric Curbelo como lateral derecho y De la Bella como lateral izquierdo. Álvaro Valles, por su parte, continuaría bajo los palos como guardián de la UD.

Sea como fuere, Mel buscará soluciones y cambiará cosas como siempre que no le sale algo. A lo largo de toda la temporada ha demostrado que, cuando algo funciona, lo mantiene por mucho que varíe algún nombre, pero cuando no, acostumbra a hacer todo lo contrario.

Por eso ahora que Las Palmas suma siete partidos sin ganar y dos derrotas consecutivas, ambas con el dibujo de tres centrales y dos carrileros, desterrará la fórmula ineficaz para volver al pasado en busca de la resurrección. Y quizá con Pedri en el mediocento. Sería su paso atrás.