Armando sabía lo que le pasaba a su abuelo. Lo sabía. Sabía bien que se apagaba, que en cualquier momento podía llegar el desenlace final: respirar, exhalar una última vez y expirar. Con todo eso, ayer, Armando no falló a su cita con el césped. Lo ha mamado, sabe cuál es el significado del fútbol para su apellido León, ese que le da lustre a sus genes cuando porta las botas. Son unas botas negras, clásicas, sin estridencias, casi de otra época. Y también sabe cuál es el significado de brazalete de capitán que suele lucir cuando sale a competir con el equipo cadete del Villa Santa Brígida.

Puede que por todo eso, Armando, uno de los nietos de Mamé León se presentara en Los Olivos con el objetivo de jugar al fútbol su choque contra el Tamaraceite. El partido era a las 16.00 horas, justo minutos antes del adiós de León. Y en el campo de fútbol ya se conocía lo que había pasado, que León había fallecido. Nadie se lo dijo a él hasta que el partido acabó. A jugar. El día acabó con remontada en Los Olivos. El Villa se sobrepuso al gol inicial del 'Támara' para sumar tres puntos: 2-1.

Esa fue la manera con la que Armando, uno de sus nietos, honró a su abuelo, viudo de Mayole Torrent y padre de cuatro hijos: Jose, María [futbolista y golfista], Armando y Carla. Una familia que hoy hasta las 14.00 horas velará a su padre en el tanatorio Mémora; el jueves, en Monte Lentiscal, su misa funeral, la de un futbolista cuyas botas siguen en Los Olivos.