Del cabreo a la diplomacia versallesca. Dos líneas argumentales antagónicas ante la guillotina del VAR. José Mel Pérez y Miguel Ángel Ramírez encaran de forma bien distinta la polémica de las 'manos locas'. Tras la enérgica crítica del estratega madrileño de la UD, hacia el uso de la videotecnología -"los del VAR están de bares"-, tras lo acontecido en el Municipal de Santo Domingo, con dos manos clamorosas que no fueron decretadas, el principal mandatario de la entidad isleña reclama "mesura y hacer más autocrítica".

"Ni VAR, ni san VAR, ni 'campañitas'...Lo que tenemos que hacer es ganar un partido. Y luego, otro y otro. Creo firmemente en el trabajo del colectivo arbitral y está claro que no atravesamos un buen momento en el ámbito deportivo. Son nueve jornadas sin ganar pero no conviene mezclar temas. Somos exigentes y responsables. Debemos ayudar al árbitro en todo lo que nos competa; pero también responder a la exigencia del escudo", asegura Ramírez a este medio, tras el terremoto del VAR.

En relación a la polémica de Areces Franco, Ramírez insiste que no es hora de "reproducir y agigantar polémicas". "El viernes tenemos un partido de crucial importancia ante el Málaga. El más importante. Contamos con el mejor entrenador de la categoría, dentro de nuestras dificultades, consideramos que disponemos de un plantel que está capacitado para brindar alegrías a nuestra afición. Y se las merecen. Somos generadores de ilusión, no podemos estar todo el día lamentándonos".

Soldados y la guerra

Soldados y la guerra

Ramírez, en la radio oficial, reconoce los errores del VAR en un curso accidentado -evocar el encuentro en el Ramón de Carranza como ejemplo- y recuerda que "la guerra está en el campo con nuestros soldados". "Estamos cabreados (...) Pero no podemos protestar, esto no funciona así". Llega el punto de inflexión definitivo para zanjar la gran depresión de nueve jornadas sin ganar. "Hay que volver a jugar y mirar al Málaga. Tenemos que ser más precisos y no perder la serenidad. Tenemos que ver la botella media llena y no vacía. El viernes es el partido más importante. Es una final. Tenemos que ganar al Málaga como sea, con la afición de nuestro lado".

Descarta cualquier guerra civil con el estamento arbitral: "La UD Las Palmas no está en la fricción con el Comité Técnico de Arbitros, ni con la RFEF. Si protestas el árbitro que viene vendrá peor. Quiero una competición limpia. Pido que sean lo más correcto posible con la UD. Lo comento desde la tranquilidad". Ya en el tramo final, dejó otro bomba: "Abandonemos esas paranoias (...) El camino no es la guerra. Hay que hacerla con nuestros soldados en el terreno".