Visiona en directo cinco partidos a la semana y El Molinón es uno de los campos que más visita a lo largo del año. Narciso Manuel Rodríguez de Armas (Arucas, Las Palmas, 5-10-1962), exfutbolista de la UD Las Palmas y del Sporting, es el ojeador de conjunto amarillo en la mitad norte de España. "Ahora lo llaman scouting. Ya sabe, esto del fútbol ha cambiado mucho", bromea añorando la sencillez de su época como jugador profesional.

Este domingo repetirá visita al municipal gijonés. Ya ha pasado su informe sobre los de Djukic y tiene clara una premisa: "Lo importante, para los dos equipos, es llegar cuanto antes a los 50 puntos y a partir de ahí, se verá si hay tiempo a renovar la apuesta".

"Pedro Díaz y Manu García son gente joven y de calidad. Con confianza marcan la diferencia en el Sporting", afirma Narciso como primera toma de contacto para hablar de los rojiblancos, conjunto en el que militó entre 1988 y 1991. "A nivel colectivo, la principal cualidad del equipo es que es intenso, no regatea un esfuerzo, y además tiene un importante apoyo de su afición", amplía el grancanario afincado en León desde hace más de 20 años. Desde allí envía semanalmente su informe a la Unión Deportiva.

"Cumplo mi quinta temporada en esta segunda etapa dentro del club. Además de los rivales, también hago seguimiento a jugadores de varias categorías", detalla el aruquense.

Narciso cree que el domingo se verá en El Molinón un partido "muy competido, revuelto, como todos en Segunda. La categoría está tan igualada que apenas hay diferencias entre los que están arriba y los que pelean por la salvación". Es por ello que invita a los dos equipos a centrarse en "lograr la permanencia". "No nos dejemos guiar por el nombre y por la historia, lo relevante es salvar la categoría", señala. Lamenta que la Unión Deportiva haya visto frenada su buena primera vuelta.

"Tiene que comprender que mi corazón es de la Unión Deportiva Las Palmas porque es el club que seguí desde niño junto a mi padre y mi tío, y el que me vio nacer profesionalmente", apunta Narciso sin dejar de añadir que "también me siento esportinguista".

"Es un orgullo que dos peñas del Sporting de Gijón hayan llevado mi nombre. Estoy eternamente agradecido al cariño que siempre ha tenido esa afición hacia mí", subraya.

Padre de dos hijas, Andrea, de 18 años, y Laura, de 10, con ambas también comparte su pasión por el fútbol, aunque "es la mayor la que más sigue la actualidad y los partidos de la Unión Deportiva". En este apartado hace un paréntesis para recordar la figura de Quini y cómo su legado sigue vivo no sólo entre quienes compartieron su vida con El Brujo. "A mis hijas les muestro vídeos de mi etapa como futbolista, porque ellas todavía no habían nacido cuando jugaba, y de Quini. Mantuvimos una gran relación. Es como el escudo del Sporting. Él y Tonono, mi ídolo en la UD, me marcaron", explica antes de quedarse con una tarde inolvidable de su etapa en El Molinón. "Aquellos duelos ante el Oviedo o el Madrid eran únicos. Tengo presente un 5-5 en Copa ante ellos, pero eso ya son historias del abuelo Cebolleta", concluye, en referencia a los blancos, el considerado por muchos como uno de los mejores canarios que vistieron la camiseta del Sporting.