Un ERTE en el corazón de la UD. La devastadora huella del coronavirus. El covid-19 dinamita la caja fuerte de Las Palmas. El club de fútbol amarillo, tras el anuncio de suspensión de la competición de LaLiga SmartBank -las dos próximas jornadas ante Girona y Almería y sin fecha de vuelta-, se ha visto obligado a ejecutar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). La paralización y suspensión del devenir competitivo, con cierre de la instalación deportiva de Barranco Seco y de las oficinas del Estadio de Gran Canaria por el estado de alarma, genera una situación límite.

"Como ejecutivos y defensores integrales del escudo y de los valores de la UD, estamos en situación de acometer un plan de viabilidad que asegure la supervivencia de la entidad. El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como su homónimo regional, Ángel Víctor Torres, son suficientemente clarificadores. El drama llega a todos los órdenes, inclusive la gestión deportiva", puntualiza un alto cargo de la entidad grancanaria.

El ERTE se aplica por el hecho de no ingresar, por culpa del coronavirus y su efecto despiadado en el fútbol profesional, unos cuatro millones. Se trata de la cifra presupuestada para los meses de marzo, abril, mayo y junio, incluida en las partidas de televisión, taquillas, publicidad estática, anuncios radiofónicos y otros apartados.

"¿Caótica o brutal? El término es cero. La UD no ingresa nada en los próximos meses y se ve obligada a sobrevivir", repiten desde la zona noble. Sin aclarar un número determinado de trabajadores despedidos, para luego ser readmitidos, cuando se normalice la situación, la medida no afecta al primer plantel. La entidad ya asume un reajuste urgente de todo su personal no deportivo. La radio dejó ayer de emitir programación de elaboración propia.

La UD, gracias al malabarismo salarial y a la gestión de su patrimonio deportivo -ventas de Pedri, Josep o Araujo-, poseía un superávit que rondaba los cuatro 'kilos'. El excedente, que estaba reservado para confeccionar un plantel de lujo para la 2020-21, se utiliza ahora para mitigar los efectos diabólicos del Covid-19.

Con más de cien empleados -más allá del primer equipo-, el portavoz del club no quiere desvelar una cifra, pero admite la gravedad. "La criba es importante, pero no es serio dar cifras; se trata de personas y ejemplos de entrega dignos de mención".

Sin seguro

Fatalidad sin red. No existe un seguro que cubra la factura del agujero. Ayer, se comunicó que 'la sede social no está disponible. Los empleados afrontan las gestiones de modo telemático. La televisión deja de emitir, al igual que la radio, que da programación musical'. La UD, que se alzó contra el Cordobazo, reta al síndrome del pavor. Jaque al escudo y a la caja fuerte.