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El confinamiento de la UD

Los 'beneficiados' de la vida sin fútbol de la UD ganan días: de Dani a Drolé

El parón permite a Dani Castellano, Cedrés, Drolé y Ruiz de Galarreta llegar a tiempo y en forma al tramo final del curso, si es que hay Liga

Dani Castellano realiza un ejercicio físico en su casa durante la cuarentena. LP / DLP

La cuarentena afecta a todos, a unos más que otros, pero nadie se libra de los estragos que produce la imposibilidad de salir de casa -salvo en casos de extrema necesidad-. Para la mayoría, además, supone un sinfín de contratiempos a nivel laboral, pero hay unos pocos a los que la detención de la actividad les ha venido de perlas. En la UD Las Palmas esos casos los representan Dani Castellano, Jean-Armel Drolé, Cristian Cedrés e Iñigo Ruiz de Galarreta, que gracias a la aparición del coronavirus ahora disponen de más tiempo para recuperarse o coger la forma y poder participar en el tramo final de la temporada 2019-20.

"Lógicamente, a todos nos perjudica el parón, y a mí más todavía porque llevaba ya dos semanas con el grupo, cogiendo más confianza y ritmo para poder competir cuanto antes", lamenta el gemelo, como todos los miembros de la plantilla se ejercita en su casa. "Pero bueno, si antes de que se reanude la competición hacemos una mini pretemporada, que para mí sería lo más lógico y lo mejor, no me perjudicaría tanto, ya que estaría al igual que el resto de mis compañeros", añade con positivismo.

El lateral fue operado de la cadera derecha en noviembre y se había sumado al trabajo normal el jueves anterior al partido frente al Alcorcón, por lo que era ya una cuestión de Pepe Mel incluirle otra vez en la lista de convocados. Ahora, siempre y cuando se reanude el campeonato, dispondría de 11 encuentros para poder maquillar sus cifras: sólo suma cuatro participaciones.

Como él, Álvaro Lemos y Raúl Fernández únicamente estaban a la espera de la decisión del técnico. Mientras que el gallego iba a ser titular en el choque ante el Girona -el primero que se aplazó-, el vasco acumulaba ya un par de meses de entrenos con normalidad sin el premio de una citación. Para el primero el estallido de la pandemia, por tanto, supuso una muesca más en un año dramático en el que se rompió el cuádriceps en octubre y recayó dos veces; para el segundo, la disposición de más horas de trabajo para convencer a Mel y la equiparación a Valles y Josep debido al parón competitivo.

Positivismo

Drolé, por su parte, sólo piensa en poder volver a jugar un partido con la camiseta de la UD. "Estoy bien, entrenando en casa. Espero que esto sirva para tener más tiempo de recuperarme y poder jugar el tramo final de la temporada", comenta el costamarfileño desde su casa, donde también ejecuta un entrenamiento específico para terminar de recuperarse de su fractura de tibia y peroné -en octubre-.

Lo mismo ocurre con Cedrés y Ruiz de Galarreta, los otros dos amarillos que llevan tiempo sin poder jugar. El grancanario, operado del menisco izquierdo, y que sumaba ya varias semanas de carreras y golpeos de balón, ya tiene el alta. Por contra, al guipuzcoano, que se encuentra en Pamplona, le queda todavía un mes restablecerse de una rotura en el muslo izquierdo. Al menos a ellos, ganar días al calendario supone una alegría.

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