En el corazón de Santa Brígida, el central y lateral de la UD Las Palmas Eric Curbelo de la Fe -40 partidos, un gol- agota el tiempo mimando su pequeño huerto. Ponerse al día con su estudios universitarios de Ingeniería, devorar el libro 'Los desafíos de la memoria' y el consumo de series españolas completan las horas vacías. Es el último goleador amarillo antes del confinamiento y de la declaración del Estado de Alarma. Fue ante el Málaga en el Gran Canaria, el 28 de febrero, una fecha que parece de otro siglo. Rodeado de lo suyos, establece su radiografía del delirante estado de salud del balón, en la UVI tras el ciclón de los ERTES de Barça, Atlético o Espanyol.

"Son días complicados para la sociedad mundial, un virus ha puesto en jaque a todos los órdenes sociales sin excepción. Ahora mismo nos piden que estemos en casa y lo mejor para que esto acabe pronto es hacer caso a las autoridades", asevera.

Zanahorias, cebollas, lechugas y tomates. El nuevo frente defensivo, la otra línea de cuatro, de este defensa polifacético que trata de reordenar su vida. "Soy bastante casero, estos días he aprovechado para poner a punto un pequeño huerto que tengo en casa, me gusta mucho la mecánica. También empleo mi tiempo para adelantar cosas de la universidad, leer y entrenar bastante [con el plan especial de Mel]".

La tabla del preparador físico del primer equipo David Gómez es el último conducto hacia la vida de antaño. La puerta secreta a Barranco Seco. "David nos manda todos las noches el trabajo que debemos realizar al día siguiente, principalmente se enfoca a no perder la masa muscular ni el 'cardio', también incluye ejercicios de potencia y prevención de lesiones".

Impactado por el drama del virus, pendiente de cada latido informativo, establece su veredicto en relación a la finalización más coherente para el campeonato liguero. No hay fecha de retorno. Gana peso la posibilidad de que se reanude incluso en septiembre. "Lo que está claro es que lo más justo sería jugar los partidos que quedan [11] pero necesitaríamos una 'mini-pretemporada', sería un riesgo para los futbolistas completar un partido cada tres días sin estar bien preparados físicamente".

Se le agolpan las ideas y los apuntes en la mesa, una novela y la defensa acérrima de la producción nacional de series. Entretenimiento made in Spain. "Estos días dan para leer mucho. Estoy terminando 'Los desafíos de la memoria' de Joshua Foer y tengo pendiente una recomendación de mi pareja, la saga literaria 'Los juegos del hambre'. En cuanto a series, me he visto toda la última remesa de las españolas que se han emitido, creo que han dado un paso al frente y sacan un material muy bueno".

La UD no vive en una burbuja. Activaron un plan de ayuda económica para adquirir material sanitario de primera necesidad. La donación del alma. Curbelo enaltece este gesto coral, más allá de la cantidad económica de cada integrante de la caseta, que sigue siendo un misterio.

"Los capitanes se pusieron de acuerdo y nos lo han transmitido a todos, estamos en una situación crítica para todo el mundo. Creo que todas las personas que puedan deberían ayudar, no importa la cantidad. Si todo el mundo colabora se pueden conseguir grandes cosas".

¿Se imaginaba un planeta sin fútbol? "Cuesta imaginar un mundo en el que no haya fútbol, prácticamente todos los días había algún partido con el que acabar el día. Pero no es sólo fútbol, es lo que lo rodea; quedas con amigos para ver los encuentros y el ambiente que se vive lo hace distinto a cualquier otro deporte".

Abrazado al cuero, el testigo silencioso

Curbelo se refugia en el balón. No podía faltar. El que le abrió la puerta del primer equipo en enero de 2019 de la mano de Paco Herrera. Con Mel se convirtió en fijo en cada alineación en el último tramo liguero.

"Creo que todos los días toco un balón, cuando no es con mis hermanos es con el perro". La imagen del Bernabéu como centro logístico para combatir la crisis del Covid-19 es otra de las estampas de estos días tenebrosos de confinamiento. Así como el aplazamiento paulatino de eventos de titanes como los Juegos Olímpicos, la final del a Champions...De Messi a Guardiola, los monarcas del balón también ceden parte de sus nóminas. ¿Dónde está el límite?

"Cada uno debe llegar hasta donde lo considere, pero sí pienso que es un deber de todas las personas que puedan que ayuden a la causa, cualquier ayuda, por pequeña que sea, es válida en estos momentos tan duros".

De futbolista a universitario. El giro que brinda la vida. De Barranco Seco a ese pequeño centro tecnológico que ha montado en su despacho. "Este tiempo libre me ayuda bastante a darle un adelanto a las asignaturas que tengo ahora, pero es difícil porque la situación de la ULPGC no es la idónea, hay profesores que hacen videoconferencias o mandan vídeos y son válidos para los alumnos en estos momentos. Sin embargo, hay otros docentes que han subido un formato PDF en el que apenas hay dos dibujos con pequeñas anotaciones. Así es muy difícil para el alumnado entender algo que nunca has dado, si no te incluyen las explicaciones oportunas".

Metaboliza la humanización del balón. Multinacionales como Barça o Atlético se ven engullidos por la terminología del rescate. La rutina del ERTE, que bien vale para un cocinero que para Messi. "Muchas de las grandes empresas han tenido que hacer un ERTE, los equipos de fútbol no dejan de serlo también. No entiendo mucho de economía pero sueldos tan grandes como los que hay en el fútbol se pagan con flujos de dinero que entran constantemente, por los derechos de televisión, los patrocinios, las taquillas (...) Si se paraliza la liga, los ingresos no llegan y no hay equilibrio".

Se bajaría el sueldo para ayudar al resto de empleados de la UD, a pesar del primer rechazo de la entidad a la aplicación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo. "Cuando se habló de un posible ERTE para algunos trabajadores del club, Aythami Artiles dijo que somos una familia y que si pasase, entre todos pagaríamos las diferencias para que no saliera nadie perjudicado por la situación. Si tenemos que bajarnos el sueldo para ayudar se hará: el club es una familia y es de todos".

Le afecta la lluvia de ERTEs que ha decapitado el motor económico del Archipiélago. De camareras de piso a panaderos. "No me ha tocado de cerca en el ámbito familiar. Pero si es cierto que mis amigos que ya han terminado los estudios universitarios están viviendo una situación un poco más complicada, hay mucha incertidumbre en el aire".