Una liga en verano. Por orden y gracia del virus. La Junta de Primera y Segunda, integrada por representantes de los 42 equipos del fútbol de élite, analizaron esta mañana el caos que asola al deporte rey. La declaración el Estado de Alerta -hasta el 12 de abril, en primera instancia- y los efectos de la propagación del Covid-19 ha pinchado el balón. LaLiga ya asume un 20% de pérdidas y establece un calendario que arrancaría en junio. La opción de jugar a puerta cerrada ya es el escenario más idóneo. Además, se desvela que Betis y Celta de Vigo ya estudian acogerse al ERTE, y sumarse de esta manera a FC Barcelona, Atlético de Madrid, Espanyol, Deportivo Alavés, Zaragoza o Dépor.

Jugar sí o sí. Javier Tebas, presidente de LaLiga, solo concibe en el horizonte agotar el calendario de la 2019-20 -diez jornadas en Primera y once en Segunda-. Tras cinco horas de reunión, las Juntas de División reiteran el deseo de concluir el campeonato de forma mayoritaria, salvo dos clubes que han planteado la opción de darla ya por finalizada. Competir en junio y julio obligaría a modificar el reglamento FIFA en relación al término de los contratos -fijado para el 30 de junio-. Las reglas del mercado de fichajes también exigen una revisión, así como la letra pequeña de las cesiones de futbolistas.

Desde la patronal se cifra en un 20% la pérdida de ingresos por el parón y el hecho de jugar a puerta cerrada. En lo referente al pago de los derechos audiovisuales, los equipos ya han percibido marzo, abril y mayo. Si se cancela esta edición liguera, LaLiga exigirá su devolución. Como medida menos radical, no se abonaría la primera cuota de la 2020-21 de los derechos de la TV a los 42 equipos.

Sobre la aplicación de los ERTEs, LaLiga es consciente de que se elevarán de forma significativa por la parálisis del fútbol en este período crítico del Estado de Alarma. Además, se continuará con el mantenimiento de los estadios como actividades de primera necesidad. El lunes, nuevo cónclave con la Asamblea General para seguir con esta radiografía de la gran depresión del balón.