Del Resistiré al ERTE de cabeza. La UD se abona, ahora sí, a las cuatro siglas que valen de salvavidas para el fútbol nacional. El club amarillo recula y se acoge al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) -como FC Barcelona, Atlético de Madrid, Alavés o Espanyol en Primera, así como el interés de Dépor, Sporting y Zaragoza de acometerlo en la categoría de plata-. La medida llega 11 días después del rechazo, por parte de la entidad tras una consulta jurídica, y unas horas después de la cumbre del balón.

La Jornada de División, que citó a los 22 clubes de Segunda por vía telemática con LaLiga, ha sido determinante en el cambio de rumbo de Las Palmas hacia el ERTE, que afectará a 242 trabajadores. Ningún asalariado de la UD perderá un céntimo de su nómina, el club se hace cargo de la parte que no cubra el Estado.

En lo referente al primer plantel de Mel, se les aplica una reducción de jornada laboral al 30%. Cuando vuelva la competición, la UD abona el porcentaje de la ficha al 70% restante. El ERTE tiene vigor mientras se estire la parálisis del fútbol profesional, que mira a junio como mes de salvación.

"La Unión Deportiva Las Palmas ha solicitado a la autoridad laboral la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo, por causa de fuerza mayor, que afecta a la totalidad de la plantilla deportiva y no deportiva de la entidad. El club complementará la parte del salario que no cubra el Estado para que los empleados mantengan el 100% de su salario", explica la UD.

El escrito puntualiza que "es la segunda vez en el plazo de 12 días que el club comunica a sus empleados la misma intención, de la que desistió la semana pasada ante la duda de si la entidad podía complementar la remuneración para que ningún trabajador perdiera poder adquisitivo (...) Resuelta la duda a favor de los intereses de los empleados, el consejo de administración decidió reanudar los trámites para solicitar la suspensión temporal de empleo de aquellos trabajadores que, por las circunstancias sin precedentes que nos rodean, no pueden prestar sus servicios al club, o la reducción de jornada al 30% de su horario habitual para aquellos empleados de los que la entidad requiere su competencia para seguir en funcionamiento. Este segundo apartado engloba a la plantilla deportiva profesional del primer y segundo equipo, sus cuerpos técnicos, directivos deportivos y no deportivos y personal de administración'.

El famoso músculo financiero

El presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez Alonso, confirma que ningún empleado de la UD perderá un céntimo de su salario. "Nos haremos cargo de la diferencia que no cubra el Estado. Nada ha cambiado, nuestro compromiso se mantiene intacto con cada uno de los trabajadores de esta institución".

En relación al volantazo, asegura que llega en un marco de extrema necesidad y tras pasar por el filtro corporativo de las altas instancias de LaLiga. Se avecina un vuelo masivo al ERTE. "Se nos ha comunicado, desde nuestra área jurídica, que sí podemos abonar aquellas cantidades que se escapen de la prestación de desempleo del Estado [que es de un máximo de 900 a 1.000 euros]. Así lo haremos. Cada asalariado tendrá su nómina de forma íntegra".

Ramírez aclara que en "ocasiones el gasto que hace la UD supera el 30% de la nómina de cada trabajador, pero no escatimaremos esfuerzos. El ERTE es una vía que llegó al fútbol, dado el contexto de cero ingresos. Y es un derecho".

El 19 de marzo, Ramírez aseguró a este medio que la entidad dispone de "músculo financiero" para mantenerse en marcha sin recurrir al sistema de respiración asistida del ERTE. ¿Y ese dinero? El mandatario emplaza su gasto para hacer frente a las nóminas de julio y agosto, que estaban fueran del presupuesto. "LaLiga ya nos ha comunicado que las reglas y los diferentes escenarios van a cambiar de forma radical. Se concibe como opción real competir a partir de junio, si se dispone del permiso de las autoridades sanitarias, sin descartar jugar en julio y agosto. Por lo tanto, tendremos que abonar ese esfuerzo extra de futbolistas y resto de personal".

Palabra de junta

La UD, 26,5 millones de presupuesto para la 2019-20, no agotó su tope salarial -de 12,4 kilos- el pasado enero. Traspasó a Pedri y Josep, en dos transacciones de jóvenes valores que reportaron cerca de siete millones -cinco dejó el infante de Tegueste tras ser fichado por el Barça y luego cedido a Las Palmas hasta junio, mientras que el meta es propiedad del Leipzig por cerca de dos kilos y también está a préstamo en la Isla-.

Ese margen positivo no permite la subsistencia de la entidad en este tramo tenebroso. La UD ha cobrado los derechos de TV hasta el 31 de mayo. Aún le falta por percibir un 28% del contrato, el último pago por unos 6,6 millones.

Sin ingresos de patrocinio, venta de entradas y en serio riesgo la última partida de TV, la UD recurre al ERTE. Ayer, LaLiga, tras el intercambio de pareceres en la Junta de Primera y Segunda, asume un 20% de pérdidas económicas. La opción más factible es jugar a puerta cerrada a partir de junio. Es el escenario más optimista, sin descartar adentrado el verano.

Tebas, presidente de LaLiga, solo concibe agotar el calendario de la 2019-20 -diez jornadas de Primera y once de Segunda-. Competir en verano obliga a modificar el reglamento FIFA y abrir una nueva ventana contractual -para los futbolistas que terminan el 30 de junio y las cesiones-.