Noventa minutos y una certeza. Todo o nada. La última Utinsa para el playoff. José Mel Pérez, conservador en su discurso desde su aterrizaje en la Isla en marzo del 2019, admitió esta tarde que batir al Elche mañana (18.30 horas, Movistar Vamos) modificaría el objetivo. "Pensar en lo contrario es absurdo [un triunfo amarillo deja a la UD a un punto de la promoción]. Ganar nos haría cambiar la perspectiva. Podemos aspirar a todo, pero aclarando que hay muchos implicados. Lo primero es alejarnos de abajo, y ganar nos pone con 49 puntos. Nos ubica en otro escenario".

Además, desvela que Rubén Castro es duda por "un problema bucal". En relación a si algún jugador no había llegado a acuerdo con la entidad para ampliar el vínculo hasta el 19 de julio, recalcó la tremenda "predisposición en seguir compitiendo por el bien de la UD hasta finales de julio o 2 de agosto [fecha en la que concluye la promoción de ascenso]".

No modifica su partitura de las rotaciones y confiesa que dejar la portería a cero en estas primeras cuatro jornadas poscovid era una "prioridad". "Si te meten más de 50 goles, tienes que lograr 80 a favor. Hemos tenido rivales directos como Albacete o Lugo y luego otros de enorme potencial como el Almería. Estamos enfocando los partidos de otra forma, el objetivo es que el rival lo tenga complicado, que no tengan ocasiones. Y por lo tanto, aquellos jugadores que carecen de la virtud defensiva, pues tienen un problema".

El ejemplo del Numancia

Mel insiste que encarar un torneo apertura o clausura, como esta liga de once jornadas, de la que ya solo restan siete, te exige "no fallar". "Hemos estudiado mucho este formato de torneo clausura. Son cortos y no hay margen de error. Así nos lo hemos tomado. Quiero recordar que regresamos del parón con 38 puntos, los mismos que tiene el Numancia. El equipo soriano está en descenso. Miren como está. Había que salir a toda pastilla". Se le cuestionó por los cinco cambios y el peso que tiene ahora el técnico en los partidos. "Ante el Lugo quité a los dos centrales en el descanso. No merecía la pena arriesgar, es como los que nos pasa con Benito. La vuelta de Dani nos dará más oxígeno".

Destacó la potencia del cohete de La Aldea de San Nicolás. "Benito está muy bien, tiene la velodidad de serie. ¿Qué si jugará varios partidos seguidos? Depende de cómo esté. Insisto que una cosa está clara: si le ganamos al Elche, cambia la perspectiva. Tengo que llegar a los cuatro últimos partidos con la gente fresca".

Si Rubén -cumple mañana 39 años- entra en la convocatoria se medirá con Nino, otro viejo rockero (40 años). "Me voy a retirar sin haber entrenado a Nino. Es como Rubén, sabe leer la jugada, te hace gol cuando menos te lo esperas. Ha entendido lo que le interesa, no estar entre los centrales sino dónde no diré. Cuida su alimentación. El gol no tiene edad. Se aprovecha del trabajo de otros".

Siete finales. Mel realza que no piensa regalar nada. "De la Bella utilizó el término 'final' porque se lo hemos inculcado a la caseta. Pero finales son todas. Elche, Huesca...Al Alcoraz iremos con el cuchillo entre los dientes". En relación al conjunto de Pacheta -que cumple 100 partidos en el banquillo ilicitano en el Gran Canaria-, asegura que "está muy bien trabajado y responde siempre de manera muy intensa. Perdimos aquí [en la pasada temporada] por la velocidad de sus atacantes. En el Martínez Valero [el pasado diciembre] caíamos 2-0 y otra vez, Josán, nos generó problemas. Al final logramos remontar".