Recuperado para la causa en un tiempo récord, tras el último percance muscular, Álvaro Lemos regresó a la competición el pasado jueves ante el Huesca en El Alcoraz. Jugó ocho minutos y fue el mejor. Dejó dos asistencias, una a Mantovani y otra que no fue rematada, tanto por Aythami como por Rubén, en un final para el delirio en el estadio oscense. Su última intervención en partido oficial se remontaba al 27 de octubre del 2019, hace 26 jornadas, ante el Fuenlabrada en el Gran Canaria. Una cadena de lesiones musculares y recaídas habían completado un serial terrorífico. Incluso se llegó a afirmar que su temporada había terminado. Mañana, 252 días después de su último partido en el partenón de Siete Palmas, regresa como la gran herramienta salvadora. El desatascador, para un sello que no ve puerta: tres dianas, todas de Rubén Castro

el registro incisivo de Álvaro Lemos modifica el guion de Mel. De igual manera, también puede disponer de Dani Castellano por la izquierda -nueve meses de baja y que también reapareció ante el Huesca-. Laterales profundos, con sangre de extremos. Y es que la ausencia de Álvaro Lemos se ha convertido en un lastre importante. Eric Curbelo, central reconvertido a lateral, ha tratado de multiplicarse en labores ofensivas. Incluso marcó un tanto ante el Málaga en Siete Palmas. A cinco puntos de la sexta plaza, la UD no se puede permitir más despistes. Busca los 50 puntos para asegurar de forma matemática la permanencia y soñar con la promoción.

Para esa gran reválida, Álvaro Lemos, como demostró en los últimos minutos en Huesca, tendrá un papel capital. Abrir el campo, atacar por sorpresa...Elementos salvadores para una UD anclada en la picardía del Moña.