El rutómetro de Mel. Las coordenadas y líneas maestras del nuevo proyecto. El fútbol poscovid tendrá un marcado acento canterano. Y una ambición desbocada. "Estoy para ver crecer a la UD

"Vamos a intentar a hacer un equipo con gente con hambre, con jugadores que quieran hacer las cosas bien. Y que quieran competir, así como representar a esta entidad que es grande e histórica. En Segunda hay que ser ambiciosos, al final son los equipos los que consiguen las cosas no las individualidades. Iremos al mercado a reforzar el equipo lo que podamos, dentro del escenario económico".

Insiste Mel que combatir el lastre económico conforma el primer desafío. La austeridad marca el límite. "Lo que permita esa bolsa económica que tienes [el límite económico para fichar]. Luego será el club el que marque la meta; la idea es la de hacer 50 puntos". El rumbo de la UD lo marcará la tabla. "Te pone en tu sitio, la gente nos ha tratado muy bien. Tengo muchas ganas de trabajar, no hay obstáculo que saltar dentro del club". Renovación a la baja y acabar una tarea que se quedó a medias.