El ciclo Mel 3.0 se estrena esta noche en el estadio de Vallecas ante el Rayo (20.00 horas, Movistar LaLiga). El técnico madrileño José Mel Pérez citó a siete jugadores con ficha del filial para mandar un mensaje al planeta. Rejuvenecer para crecer. En esa búsqueda de talento autóctono y sin límites, un tanque de acero. Edu Espiau, delantero grancanario de 25 años, brilló en el filial del Villarreal con nueve goles antes del estallido de la pandemia. El Submarino Amarillo no ejecutó la opción de compra -en torno a los 500.000 euros-, el pasado 30 de junio, y el atacante del barrio de Schamann es del agrado de Pepe Mel. El contrato del joven atacante acaba en junio de 2021.

Hará el trabajo veraniego a las órdenes del novelista en Barranco Seco, igual que en 2019. Ya se conocen.

Se alista para la próxima pretemporada -segunda quincena de agosto- como activo del primer equipo con todas las garantías. Rubén Castro, con un año más de contrato, está pendiente de conocer la rebaja salarial y de una conversación con Mel -el rostro que más rendimiento le ha sacado en sus dos décadas de carrera-. Araujo regresa del AEK y Cristian López maneja una opción de ampliación -llegó el pasado febrero con la carta de libertad-.

El Moña es intocable y Espiau es un pistolero que encaja en la UD del "hambre". "Tiraremos de la gente de la casa, quiero un plantel con hambre", aseveró el novelista Mel tras ampliar su contrato hasta 2021, el pasado miércoles. Cantera y cantera. Se acabó la cartera. Álex Suárez es el nuevo estandarte. En la nómina de futuribles, Dani Ojeda, Cristian Herrera y Raúl Lizoain. Fabricar un imperio desde la modestia. Con una reducción del 50% del prespuesto, hay que tirar del ingenio y del vivero. Espiau brilló en el filial (43 partidos, 12 goles) y también se ejercitó en el verano de 2018 a las órdenes del primer equipo -liderado por Manolo Jiménez-. A la tercera, puede llegar la vencida.