El dardo a la prensa del abonado del Guaguas Miguel Ángel Ramírez. El presidente de la UD aprovechó la entrega del carné del histórico conjunto de voleibol -por parte de Juan Ruiz-, que regresa esta temporada a la competición de la Superliga, para hacer balance de la 2019-20. Analizó cuestiones de relieve referentes al mercado -política de rescisiones, continuidad de Rubén Castro o Araujo, así como el caso de Christian Rivera- y elogió la profesionalidad de LaLiga en la aplicación de los protocolos contra la Covid-19, en relación a la situación del Fuenlabrada (cofinado en el hotel Finisterre de A Coruña con 14 positivos).

"Hace un año, comenzamos con un verano convulso donde aplicamos bajadas de sueldo. Sí logramos ilusionarnos con Viera, un crack, así como con la magia de Pedri, un jugador nobel en el fútbol profesional. En enero se fue Viera, y llegaron las lesiones [hasta 13 intervenciones de quirófano]. Fueron percances importantes, mientras estuvo Viera pues se llevó el tema con solvencia. Luego nos estalló la realidad de lo que era la UD sin Jonathan, más la carga de las lesiones", diseccionó. "Encadenamos doce partidos sin ganar y llegó el confinamiento. El parón nos vino bien, hemos terminado como el tercer mejor equipo del tramo poscovid [solo superado por Fuenlabrada y Huesca".

"Cuando analizas que te has quedado a cuatro puntos del sexto; te quedas rascado. Esto es fútbol, hay que marcarse los objetivos desde el respeto. A Dépor y Numancia nunca se les pasó por la cabeza pensar en la permanencia (...) Fernando Vázquez llegó y ganó siete partidos seguidos, se convirtió en el gran candidato al ascenso. En el fútbol no hay varitas mágicas, el dinero no lo es todo. Nadie puede discutir la plantilla del Dépor...Empiezo mi temporada 16 y somos realistas. La meta es alcanzar los 50 puntos, aunque hay casos [Numancia (50) y Cádiz (52)] que perdieron la categoría con esa cifra o más. Nuestro trabajo nos hará modificar el objetivo".

El Tenerife, críticas y los positivos del 'Fuenla'

Con el objetivo logrado de la salvación, y tras quedarse a las puertas de la promoción de ascenso, cuestionó el pesimismo de una parte de los medios informativos. Así como la euforia de los que cubren al Tenerife en busca del playoff [sin citar al club tinerfeño]. "Recuerdo en televisión, salían aficionados arengando a un equipo. Veías como hacían campañas por otros equipos. Luego termina la liga y están por detrás de nosotros [el Tete]. Acabó la liga y estamos por delante, me decían por calle que ese equipo sí aspiraba al ascenso. Cambiaremos el objetivo desde el trabajo, hay que ser humildes y no llevarse por la pasión".

En la fase crítica del equipo -doce partidos sin ganar-, Ramírez denuncia un trato informativo que no estuvo acorde al código deontológico. "Por la pasión está bien que se dejen llevar los aficionados, pero ustedes [los periodistas] tienen una responsabilidad importante:contar y decir la verdad. Recuerdo titulares que 'decían que la UD olía a Segunda B'. Necesitamos que se nos ayude y aliente en los momentos difíciles, que se nos apoye. No dar siempre palos, si son humildes deberían pedir perdón a la UD y a su afición. El club logró el objetivo de la permanencia, si se analiza todo desde el rigor es para estar satisfechos. No digo respirar como conformistas, digo ser realistas. Cada temporada es complicado afrontarlo desde las dificultades; está claro que criticar es fácil. Así como lanzar titulares menospreciando la labor del club. Eso es tremendamente sencillo. La UD se ha ganado por méritos competir desde el fútbol profesional, me gustaría decir estamos en el fútbol profesional gracias a todos. Al aliento de cada uno de los sectores. Pero digo, estamos en el fútbol profesional a pesar de algunos".

En relación al 'caso Fuenlabrada' y a los 14 positivos, defiende el papel de LaLiga, así como sus protocolos contra el virus. "Soy miembro de la Comisión Delegada, me someto al secreto de este órgano. LaLiga ha actuado de forma correcta. Esto podía pasar, 42 equipos y se ha contagiado solo uno. Lo considero un éxito, eso no puede menoscabar el trabajo realizado (...) Alguien pudo cometer alguna negligencia o no, es una desgracia y LaLiga siempre actúa en consecuencia. Los que siguen al equipo conocen los protocolos, cada 48 horas, había control. Jugamos contra el Rayo un viernes, llegamos de madrugada a la Isla. Había partido el lunes y el domingo, pasamos un control. Las exigencias del protocolo han sido bestiales, recuerdo que en Barranco Seco solo puede actuar el personal autorizado. Y contamos con un inspector".

Rubén Castro, Araujo, Rivera y Deivid

Rubén Castro Martín -30 goles en las dos últimas temporadas- tiene contrato hasta junio de 2021. La UD quiere que agote su vínculo. A sus 39 años, es el galáctico del proyecto de la austeridad. "Queremos que siga, he hablado con Rubén. Vamos a darnos un tiempo, si él quiere, seguirá un tiempo". Sobre Sergio Araujo, no figura en la hoja de ruta desprenderse de este activo [con contrato hasta junio del 2023]. "Nos interesa, igual que Rivera".

En relación al grupeto de jugadores que deben rescindir, no da pistas. "Hay que negociar primero las salidas. Sacaremos a ocho jugadores; ya se irán enterando. En este momento estamos negociando las rescisiones". Puede asumir el peso de todos los contratos -la UD tiene ahora 25 jugadores- pero no podría fichar. "Esto es como jugar al Tetris. Debemos colocar todas las piezas. Si Araujo no sale, se queda porque me aporta mucho. El lema de Las Palmas está clarísimo: 'agudizaremos el ingenio".

Reconoce "problemas de tesorería como existen en muchas empresas". Ante la insistencia de si Deivid y Tana figuran en la 'operación salida', desveló otro escenario. "No vamos a dar nombres, a lo mejor inicias negociaciones y el jugador se reduce el salario y se queda. Cero pistas, no estamos en ese minuto".