10-A, una contienda contra el apocalipsis financiero. La UD alza el telón tras tres semanas de vacaciones con los reconocimientos médicos y el testeo contra la Covid-19. Con la citación de 20 futbolistas, un expedientado (Tana) y una estrategia para acelerar la 'operación salida' -en la que figuran Raúl Fernández, Deivid, Martín Mantovani, De la Bella y Srnic-, el cuadro isleño presenta mil frentes abiertos.
La segunda entrega del poscovid ha diseñado una pretemporada para la historia. No se ha presentado la campaña de abonos -al desconocer si habrá público en el recinto del Gran Canaria durante las 21 jornadas-, tampoco se ha mostrado la nueva piel de la firma Hummel. Pero hay más, la UD desconoce el nombre de sus 21 rivales. El playoff de ascenso afronta las semifinales con Zaragoza, Almería, Girona y Elche. Con cinco refuerzos sobre la mesa, y a las órdenes de Mel, la entidad tampoco ha cerrado incorporación alguna.La máxima prioridad es dar agilizar la 'operación salida'.
Desde la 2013-14
Tres semanas después de maravillar en el fútbol poscovid -los amarillos fueron el tercer mejor equipo en esa franja final de once jornadas con cinco victorias-, estalla un escenario de incertidumbres. Con el presupuesto más austero desde la 2013-14 -la cosecha del Cordobazo que se quedó en algo más de nueve millones-, la ingeniería financiera de la UD trata de obrar un milagro.
La consigna es superar el legado macabro del 'oterismo ilustrado'. El ejecutivo gallego -que lideró la dirección deportiva en la 2018-19 en el ciclo del despilfarro- ha dejado un solar. Se apostó por el ascenso de forma kamikaze y salió rematadamente mal. En el pasado verano, se logró esquivar la guillotina del mal salarial con la venta de Pedri al FC Barcelona -el negocio del siglo y que ha dejado unos 7 millones-.
¿Pero cómo se puede rearmar un bloque de altura con 11 kilos de presupuestos? La UD pierde músculo financiero -manejaba 23,6 antes del estallido de la pandemia- y ahora abandona la clase vip de Segunda. Conjuntos recién descendidos como RCD Mallorca, Leganés o Espanyol dispondrán del doble de presupuesto para plantar batalla. La contratación de Luis Helguera -director deportivo- y Tino Luis Cabrera -secretario técnico- fue el primer golpe de efecto. Temporeros de la modestia. Fichar a lo 'bueno, bonito, barato y canario'.
Rejuvenecer la caseta
Revolución en los despachos, giro de 180 grados y ajustarse al marco incendiario poscovid. Se acabaron las alegrías. Con los cinco jugadores que están al margen, se dispondrá un "trato exquisito" y trabajarán con dos preparadores, como adelantó el presidente Miguel Ángel Ramírez. El que lo desee, puede estirar sus vacaciones al 30 de agosto, y así apurar las negociaciones para buscar nuevo destino. La misiva: bajar la media de edad.
El coraje y la profesionalidad de Mantovani (36 años), De la Bella (34) o Deivid (31) está fuera de toda duda. Pero no figuran en los planes inmediatos de Mel, que dispara su cuota de poder. Dentro de las limitaciones económicas, el papel del novelista es crucial a la hora de extraer el máximo rendimiento a los valores de la factoría de Barranco Seco -como con Josep o Pedri-.
Caso Tana
¿Puede la UD despedir a un jugador de su plantel tras acogerse a un ERTE el pasado marzo con la declaración del estado de alarma? Según la normativa, la respuesta es afirmativa. Existe una ventana legal en relación a la 'ruptura unilateral de contrato' en el caso de un acto de indisciplina. Según el Estatuto de los Trabajadores, un comportamiento 'poco decoroso' puede servir para despedir al empleado, una vez superado un ERTE.
La UD cursó la apertura de un expediente disciplinario a Tana -contrato hasta 2023- desde el pasado viernes. Es el segundo del año. En febrero, antes del estallido del virus, fue castigado con idéntico protocolo. Es el inicio del 'caso Tana'. Otro interrogante en el laberinto.
