Nueva vuelta de tuerca a la relación entre Raúl Fernández y la Unión Deportiva. El cancerbero amarillo, en el dique seco desde abril de 2019 tendrá que pasar de nuevo por el quirófano, esta vez para tratarse su rodilla izquierda después de que se le realizara una revaluación del estado de su articulación, tal y como informó el club insular a través de un comunicado durante la mañana de ayer.

Esta cita con el bisturí abre un nuevo frente en las opciones que baraja la dirección deportiva de la UD para resolver el contrato del portero bilbaíno, al que le resta un año más ligado a Las Palmas -finaliza en junio de 2021- pero que está incluído en la lista de los ocho jugadores de los que se quiere desprender el club.

Ahora bien, para ejecutar la salida de Fernández -representado por Pedro Bravo- se barajan varias opciones. La primera es la de sacar tajada por un portero de garantías y que a pesar del calvario de lesiones que arrastra desde hace más de un año, sigue teniendo un buen cartel en el mercado.

Otro de los aspectos que se cierne es el de la incógnita del tiempo de recuperación de esta última operación en la rodilla, pues en caso de que se derive un periodo largo, las opciones de venta se esfumarían y el portero cumpliría el contrato vigente, aunque en este caso la UD no tendría la obligación de hacerle ficha competitiva.

Y la opción más deseada en las altas esferas del club insular es la de que se llegue a un acuerdo amistoso entre ambas partes para finiquitar el año de contrato que le resta al portero, puesto que es la única forma de rescindirle la ficha debido al ERTE que ejecutó la entidad y que imposibilita los despidos de sus activos hasta seis meses después de su expiración.

Esta última es en la que más se confía desde la UD, después de que el portero se haya pasado una temporada completamente en blanco y confiando en la profesionalidad del jugador, que mantiene la esperanza de relanzar su carrera en un equipo de Primera o un puntero de LaLiga Smartbank.

Expediente Jovanovic

El 14 de abril de 2019, Las Palmas recibía al Cádiz en el Gran Canaria cuando en el minuto 84 el delantero serbio Djordje Jovanovic se lanzó a por un balón dividido con los tacos por delante y chocó con Raúl de forma fortuita. Una entrada innecesaria y que dejó una fractura en su rótula izquierda, además de otra fractura en el quinto metacarpiano de su mano derecha, lo que le envió directo al quirófano.

En un principio el periodo de baja iba a ser de tres meses, pero la recuperación se enquistó y Fernández pasó un calvario hasta el pasado febrero de 2020 en el que se reincorporó a la plantilla y comenzaba a ver la luz. Ahí llegó la pandemia del covid-19 y el parón tanto de LaLiga como el frenazo a la opciones de Raúl de volver a vestirse de corto.

Cuando se fijó la vuelta de la competición, el cancerbero vizcaíno tenía todas las papeletas para ser el titular en los once partidos que restaban por jugar, cuando volvió a sufrir otra lesión en su mano derecha durante un entrenamiento en Barranco Seco a una semana de la reanudación de LaLiga Smartbank.

Así pues, el pasado 11 de junio fue la última vez que anestesiaron al guardameta y se le estimó una recuperación hasta el mes de septiembre y que ahora tiene que combinar con el nuevo episodio en su rodilla izquierda.

Por tanto, y en esta tesitura, la posición de Álvaro Valles se refuerza de cara a la próxima campaña, al igual que la de Álex Domínguez, tercero en discordia.