Si había alguna posibilidad de que Rubén Castro continuara en la UD Las Palmas ese hilo del que pendía se rompió por completo. No hay caso: el isletero, que sumó 30 goles en dos temporadas, descarta volver al club después de ejecutar una cláusula liberatoria el pasado mes de julio, poco después de la conclusión del campeonato. Entonces quiso liberarse porque consideraba que la oferta de la entidad amarilla para reducir su salario era inaceptable; ahora, un mes después, cierra la puerta de forma definitiva y acaba con cualquier atisbo de vuelta.

Porque esa circunstancia la contemplaban las dos partes. Rubén Castro, por si no le salía ningún equipo, y la UD, por si el delantero decidía finalmente aceptar la propuesta amarilla por el motivo que fuera. Fue el presidente Miguel Ángel Ramírez el que aseguró en su comparecencia el pasado 11 de agosto que la oferta al jugador seguía en pie pese a que este hubiese decidido rescindir su contrato de forma unilateral, aunque el mandatario dejó claro que la proposición no variaría.

Fuentes del club aseguran que la cantidad que ofrecía al grancanario rondaba los 600.000 euros, extremo que el entorno del futbolista niega con rotundidad, no le consta en absoluto.

Sea como fuere, los caminos de Rubén Castro y la UD Las Palmas se separan de la peor forma. La entidad grancanaria deberá pagar al futbolista los 300.000 que estaban recogidos en la cláusula liberatoria del contrato del isletero, que considera que una nueva disminución drástica después de la rebaja que aceptó el verano pasado era inadmisible.

El lunes, día clave

Tras esperar semanas sin noticias, el atacante se convenció cada vez más de que su futuro iba a estar lejos de Gran Canaria porque no le han faltado ofertas. El Cartagena, el Alcorcón y el recién ascendido Elche son los equipos que pujan más fuerte por hacerse con los servicios de Rubén, que a sus 39 años todavía se ve con ganas y fuerzas para seguir en activo.

Fuentes cercanas al jugador aseguran que el lunes puede ser un día clave para conocer el nuevo destino de este trotamundos del fútbol. Su agencia de representación, Bahía Internacional, se ha movido por el mercado para buscarle un club en el que retirarse tras una carrera que concluirá después de dos décadas.

Descartado Rubén, la UD Las Palmas deberá buscar un sustituto que, al menos, cubra el expediente que firmó el isletero las dos últimas campañas, 30 tantos, algo nada fácil de conseguir en una categoría como la Segunda División.

El canterano amarillo destacó sobre todo en el último tramo de LaLiga SmartBank, tras el confinamiento. En ese periodo de 11 jornadas logró diez tantos, cinco de ellos desde el punto de penalti. Quince goles en 24 partidos -estuvo más de tres meses lesionado- fue su balance global del curso.

Cabe recordar, además, que Castro era uno de los hombres fijos e indiscutibles para el técnico, Pepe Mel, quien ya lo había tenido bajo sus órdenes en el Betis y que, pese a que hubo momentos en los que el delantero estuvo negado de cara a la portería contraria, siempre mantuvo la confianza.

Incluso, llegó a decir públicamente que le habría gustado ver a Jonathan Viera y a Rubén juntos por los beneficios que el juego del de La Feria tendría sobre el de La Isleta, sin embargo, eso nunca sucedió por la indisponibilidad del delantero.

Ahora la dirección deportiva, encabezada por Luis Helguera, se empeña en peinar el mercado en busca de un nueve, posición bastante debilitada en la plantilla actual. Sólo figuran como arietes Sergio Araujo, en cuarentena por haber dado positivo en coronavirus, y Edu Espiau, suplente en el primer y único partido serio de pretemporada, frente al Tenerife. Clau y Rober son otras opciones, pero el que ya no estará es Rubén.