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Liga SmartBank - Quinta jornada

Poco premio para la UD Las Palmas en la adversidad

Las Palmas, con un jugador menos por la expulsión de Álex Suárez al filo del descanso, se repuso, fue mejor que su rival y mereció el triunfo, pero careció de acierto arriba (0-0)

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Málaga CF- UD Las Palmas LOF

Mereció más la UD Las Palmas en la adversidad. Jugó toda la segunda parte con un futbolista menos por la expulsión de Álex Suárez por roja directa al filo del descanso, sin embargo, mantuvo una personalidad arrolladora para adaptarse a la nueva situación, agrandar todavía más la solidaridad que caracteriza al nuevo equipo de Pepe Mel y gozar de las suficientes ocasiones de gol como para haberse llevado el partido. Fue mejor en igualdad de condiciones y cuando estuvo en desventaja. Al final, Las Palmas se fue con un punto de La Rosaleda (0-0) y con la sensación de que pudieron ser tres, pero, sobre todo, con la confirmación de que las cosas buenas de los partidos anteriores no sucedieron por casualidad.

Está trabajada la UD y por fin sabe a lo que juega, quizá beneficiada por la confianza del técnico en un 'once' tipo, algo nada habitual en el cuadro amarillo en los últimos tiempos. La novedad en La Rosaleda fue la inclusión de Sergio Araujo en la punta del ataque, y se adaptó a la perfección. Parece que da igual quién juegue: hay una idea clara basada en tener las líneas muy juntas, tratar bien el balón y salir rápido al ataque. Apenas sufrió, ni con once ni con diez, y si no se llevó el triunfo fue porque no tuvo acierto arriba. No fueron muy claras sus oportunidades, pero sí más que las del Málaga. La nueva lección que deja este equipo joven y en proceso de creación es que sabe resistir, que en la adversidad tiene argumentos suficientes como para reponerse.

Mientras el encuentro estuvo once contra once, o sea, en la primera parte, todo el peligro de la UD llegó por el lado izquierdo, el de Pejiño, protagonista de casi todas las acciones de ataque. Si el fútbol fuera boxeo, Las Palmas habría ganado a los puntos. No fue un torbellino ni creó muchas ocasiones, pero tampoco sufrió y siempre dio la sensación de tener el control, de que sabe lo que quiere.

Y entre esos preceptos del nuevo equipo de Mel están sobre todo la solidaridad para estar juntos y brindar apoyos y las transiciones rápidas hacia arriba. Así tras un par de jugadas que acabaron con centros desde el costado zurdo en busca del remate de Kirian, que no alcanzó el balón por poco en ambas, llegó el primer disparo de la UD, aunque no entre palos (23'). Fue tras una nueva cabalgada del extremo de Barbate, que puso la pelota atrás para la llegada de Rober, que lanzó a las nubes.

Muy poco antes el portero Dani Barrio se hizo un lío y a punto estuvo de regalarle el gol a Araujo, pero rectificó a tiempo, y poco después apareció Valles para realizar un paradón con el pie derecho a tiro cruzado de Caye Quintana. No valió, porque la acción quedó invalidada por fuera de juego, pero el sevillano dejó su sello. Y fue la antesala de la ocasión más clara de Las Palmas antes del descanso. Álvaro Lemos, puso un centro perfecto desde la derecha en el saque de una falta y Aythami, al filo del área chica, mandó un testarazo a las manos del meta. Tuvo que echarse las manos a la cabeza (29').

El partido llevaba ya tiempo en el lugar en que quería la UD. Volvió Pejiño a dejar atrás a un par de defensores y a poner otro centro que esta vez cabeceó Araujo alto, porque saltó antes y llegó forzado. Hasta que sucedió la jugada maldita: Álex Suárez cometió falta sobre Caye Quintana por un agarrón y recibió la roja (41') porque era el último defensor, aunque Aythami estaba cerca, casi en paralelo. Expulsión rigurosa, que refrendó el VAR, y partido nuevo. Pepe Mel mandó a calentar de inmediato a Curbelo para reorganizar el equipo, normal. Lo que no fue tan natural es que el madrileño eligiera a Pejiño para ser el sustituto, porque era el mejor.

Así que la UD, tras una conjura liderada por el capitán Aythami antes de retirarse a los vestuarios, se presentaba en la segunda parte con el reto de sobrevivir. Kirian dejó la mediapunta para escorarse un poco a la izquierda, al lugar que quedó huérfano tras la marcha del barbateño. Sergio Pellicer, por su parte, dio entrada a Calero y Jozabed, un buen mediocentro, desde el inicio del segundo periodo, y sólo tardo diez minutos en quitar a un central, Mejías, para introducir a un extremo, Chavarría, aunque Escassi dio un paso atrás.

Pero lejos de aprovechar que tenía un hombre más, el Málaga continuó con el mismo ritmo pausado de los primeros 45 minutos y en el primer cuarto de hora no sólo no inquietó a Valles, sino que recibió un susto. En una llegada de Dani Castellano por su costado, puso un balón con la derecha que Araujo remató a la red, pero el argentino estaba en claro fuera de juego (59'). El revés de la expulsión no cambió la personalidad de la UD. Lejos de echarse atrás, trató el balón con criterio y trató de defender con la posesión, prueba de que el equipo está trabajado, de que la solidaridad, una vez más, es un elemento que define al equipo.

Y producto de ese buen hacer, unido a la inoperancia de un Málaga que no supo adaptarse a la nueva situación, el 'Chino' volvió a tener una ocasión para marcar, esta vez válida: tras un saque de banda desde el costado le cayó la pelota en el área y disparó con la zurda, pero Dani Barrio realizó una buena parada (68'). Rober, minutos después, lo intentó, desde lejos, pero desviado.

Ante la incapacidad del rival de crear juego, la UD se vino arriba, sin desproteger la retaguardia. Las llegadas anteriores dieron confianza a los de Mel, que dieron un pasito más hacia arriba. Otra vez Dani Castellano, muy mejorado tras el partido inaugural en Butarque, encontró a Araujo, que remató por dos veces, desde dentro del área, la última demasiado alto. Tuvo que llegar el partido al minuto 76 para que el Málaga creara una ocasión, y además buena, porque el disparo de Jozabeb con la zurda desde fuera del área tras beneficiarse de un rechace salió un metro a la izquierda de la portería de Valles. A esas alturas del choque Mel consideró que era el momento del refresco: dio entrada a Clau y Espiau por Rober y Araujo.

Entró con buen pie el lanzaroteño, que en sus dos primeras intervenciones a punto estuvo de marcar un gol -remató alto, forzado-, primero, y provocó la cartulina amarilla de Juande cuando ya le había dejado atrás y encaraba la portería desde la derecha. En la siguiente jugada, Aythami, que se había quedado tras el saque de la falta, no mandó a la red un pase de Espiau desde la izquierda porque no llegó a tiempo, por muy poco. Habría sido un gran colofón a la actuación del capitán.

Sólo sufrió algo la UD muy al final, cuando los de Pellicer tocaron arrebato y se aproximaron a la portería de Valles a base de colgar balones, pero Las Palmas capeó el temporal. Al final, un punto que sabe a poco, porque los de rosa merecieron más en la adversidad.

FICHA TÉCNICA



Málaga CF (0): Dani Barrio; Ismael (Calero, 46'), Juande, Mejías (Chavarría, 56'), Matos; Rahmani (Jozabeb, 46'), Luis Muñoz, Escassi, Jairo (Larrubia, 69'); Cristian y Caye Quintana (Julio, 88').

UD Las Palmas (0): Valles; Lemos, Álex Suárez, Aythami, Dani Castellano; Sergio Ruiz, Loiodice (Fabio, 88'); Rober (Clau Mendes, 79'), Kirian, Pejiño (Curbelo, 45'); y Araujo (Espiau, 79').

Árbitro: Ais Reig (Comité Valenciano). Expulsó al central de la UD Álex Suárez por roja directa. Además, amonestó a los locales Rahmani, Escassi y Juande, y a los visitantes Sergio Ruiz y Valles.

Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada de LaLiga SmartBank, disputado en el Estadio La Rosaleda sin la presencia de público.

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