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La UD Las Palmas se pone dura

Los de Pepe Mel lideran la tabla de faltas cometidas (103) y de tarjetas amarillas (15) y rojas recibidas (3) | El técnico muestra su queja y sostiene que su equipo compite

La UD se pone dura

La nueva UD Las Palmas no es un equipo blando. En su proceso de construcción hasta llegar a ser un equipo competitivo, dos palabras estas últimas que el técnico Pepe Mel ha repetido hasta la saciedad, la candidez ha quedado atrás. Hay un dato que lo demuestra: el cuadro amarillo es el que más faltas cometidas acumula en las primeras cinco jornadas de LaLiga SmartBank, con un total de 103, es decir, 20,6 por partido. No todos los equipos han disputado todavía el mismo número de encuentros, pero los de Pepe Mel parecen haber perdido la inocencia.

Quizá ese registro explique por qué la UD es también el conjunto que más tarjetas amarillas y rojas ha recibido a estas alturas del campeonato, con 15 –las mismas que el Málaga– y tres, respectivamente, aunque no se caracterice por ser un equipo excesivamente duro ni muchísimo menos violento. En cualquier caso, el número de cartulinas recibidas por cada falta cometida está más o menos en la media del resto de equipos de la categoría: 6,87.

Sí sobresalen los casos de la UD Logroñés, que ve una tarjeta por cada 30 faltas que realiza, o el Alcorcón, que lo hace cada 15. Pero por lo demás Las Palmas está en números normales en comparación con sus rivales.

Se quejó Pepe Mel de que tres de sus jugadores ya han sido expulsados en cada uno de los partidos que el cuadro isleño ha jugado fuera de casa. Primero fue Aythami Artiles en Leganés, donde recibió una segunda amarilla que pudo haber evitado, al igual que Álvaro Lemos quince días después en Zaragoza.

La más cuestionable fue la de Álex Suárez el pasado domingo en Málaga, más por la intensidad de su agarrón a Caye Quintana que por la evidencia de que era el último defensor pese a que Aythami Artiles andaba cerca. Sea como fuere, en ningún caso fueron errores tan flagrantes como para que el VAR tuviera que entrar en acción para mandar al árbitro a revisar la jugada.

Recibir muchas tarjetas amarillas no es algo nuevo para la UD Las Palmas, que terminó la temporada pasada en el primer puesto de la clasificación, con 104, seguida del Albacete, con 100, y del Alcorcón, con 90. Entonces el técnico madrileño ya se quejó de la premura de los colegiados a la hora de echarse la mano al bolsillo, y en el presente curso ha recordado en varias ocasiones que el suyo no es un equipo duro.

De momento, en cinco jornadas ha acumulado 103 faltas, diez más que el Tenerife, que es segundo con 93, y once más que el Real Oviedo, que es tercero con 92. También tiene más rojas que nadie: tres, mientras que otros cinco equipos suman dos.

La nueva UD Las Palmas, pese a su juventud, ha dejado de ser blanda. Compite sin excederse, pero quizá en ese tránsito de pasar de ser un equipo endeble a uno con más empaque cometa más faltas de las debidas. Al menos ha ocurrido así en los primeros cinco partidos y corresponde al técnico y a los jugadores solucionar el problema de las expulsiones que le han hecho más cuesta arriba los tres choques que ha jugado lejos del Gran Canaria.

Pese a ello, los amarillos sólo perdieron uno, el de Butarque, mientras que en La Romareda y La Rosaleda consiguió llevarse un punto –1-1 y 0-0, respectivamente–. Sobre todo en este último demostró que hay trabajo, intensidad y ambición detrás. Y la nueva UD Las Palmas de Pepe Mel también se ha puesto seria.

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