Las vidas del Káiser. En el manto de inexperiencia y velocidad de vértigo que destila el proyecto del novelista Mel, late un veterano que está de moda. Irreductible y con causas pendientes en el horizonte. Aythami Artiles Oliva (Arguineguín, 34 años), 267 partidos con la UD, encadena 16 años de profesional. Debutó en noviembre de 2004, con 18 años -la edad de los Rober, Enzo Loiodice...- en la categoría de bronce con Las Palmas ante el Celta de Vigo B y a las órdenes de Amaral. El pasado domingo, fue el mejor en el estadio de La Rosaleda. Lejos de hundirse en el pánico tras la roja a Álex Suárez, escenificó la furia, el rigor y la anticipación. Le faltó el gol. Parece gafado desde su última aportación realizadora, que se remonta a marzo de 2019, con el debut de Mel en Riazor ante el Dépor.
Con 31 tantos en su carrera, el sureño contabiliza 586 días sin ver portería. Ante el Málaga, lo acarició. Once cursos en la UD -en tres ciclos- le han convertido en el estandarte y marqués de la caseta. Finaliza su vínculo contractual en junio de 2021 y comienza a completar méritos para la renovación. Su papel en la adaptación e integración de Pedri en la esfera profesional -fue el primero en advertir de sus potencial en sala de prensa en julio de 2019- resultó capital. La frescura de la caseta -la medida de edad de las nueve contrataciones es de 22,8 años- le ha sentado de maravilla.
Expulsado en la primera jornada ante el Leganés, luego se rehizo ante Real Zaragoza, Logroñés y Málaga. Computa 342 minutos en esta edición liguera y se ha marcado como obsesión alcanzar la cifra de 300 partidos oficiales. “Me gustaría hacer historia en la UD, pero me conformo con reflejar desde la humildad y el sacrificio todos los valores de este equipo en el césped. Este escudo me lo ha dado todo”, aseguró a este medio hace unas fechas. Comprometido con el ‘melismo’, está a 33 duelos de una cifra redonda. Está a un encuentro de igualar a Saavedra (268) o Gilberto y poner la directa hacia el ‘top ten’ de los ilustres. Amenaza a los Julio Durán o Mamé León en esta escalada como activo irreductible.
Padre de la quinta del ‘wasap’
Cuando Aythami Artiles debutó ante el filial celeste, el incisivo Rober tenía tres años. El káiser estuvo presente el infame 22-J ante el Córdoba y fue el héroe invisible del 21-J ante el Zaragoza. La chilena de Patalavaca puso en bandeja de plata el tanto de Sergio Araujo que abrió la puerta de los cielos. Siempre en silencio, el defensa de Arguineguín viajó a Albacete el pasado curso, en el poscovid, para hacer piña. El bloque de Mel se jugaba la categoría. Finalmente acabó como el tercer mejor equipo -tras Huesca y Fuenlabrada- en la franja de once partidos tras el estallido de la pandemia.
La salida de piezas de rango como Rubén Castro, Mantovani o De la Bella, aumentan el liderazgo del primer capitán. Tiene a Momo y a Ángel López -asesores de Mel- como guardaespaldas. A la espera de Cardona o Ismael, Aythami sigue dando guerra. 16 años después, el compromiso es el mismo.
