Las tablas del novelista. 355 motivos para acabar con la depresión. Veteranía y experiencia como elementos fundamentales para salir airosos del infierno de Montilivi. José Mel Pérez, que encadena 614 días en el cargo como estratega de la UD, acumula 355 duelos dirigidos en la categoría de plata -66 de ellos en el banquillo isleño-. Una cifra que le pone en el número uno de los 22 de la categoría -mirar el gráfico del margen derecho-.
Tras encadenar tres jornadas de sequía -derrotas ante Cartagena (3-0) y Oviedo (1-2), empate ante el Albacete Balompié (1-1)-, el bloque grancanario visita este lunes al Girona FC (20.00 horas, GOL) en la undécima jornada de LaLiga SmartBank. No se pone una pica en esa plaza desde 2014.
Es la segunda ocasión en esta edición liguera que se acumulan 270 minutos sin la gloria del triunfo. Pero hay síntomas de decadencia y falta de espíritu en un proyecto que generó toneladas de ilusión. La UD ultrasónica, la de la presión elevada y el desgaste solidario, se tambalea. Hay motivos para la alarma. Y se avecina la tormenta perfecta ante el conjunto de Francisco, en un escenario con antecedentes trágicos -en ese estadio la UD se llevó un (6-0) en 2018 y un (5-0) en 2012-.
El madrileño es el más veterano y de Primera, solo le superan Pellegrini y Mendilibar
Con el descarte de Pejiño por lesión consumado, ¿a qué se aferra el equipo isleño? Al kilometraje de su entrenador, el 15º de la historia con más recorrido en Segunda. El campeón de esta tabla de la experiencia es un extécnico de la UD, en dos etapas, como Paco Herrera (457 duelos dirigidos). Y en la posición de plata, otro nombre vinculado al pasado amarillo: Roque Olsen (447). En el tercer puesto, el expreparador del Lugo o Deportivo Luis César Sampedro (436).
57 años, 141 victorias
El técnico madrileño de la UD es el más veterano de los 22 de Segunda (57 años) y el cuarto si añadimos los 20 banquillos de Primera. Pellegrini -Betis- es el más lóngevo con 67 años, seguido por José Luis Mendilibar (59) -SD Eibar- y Ronald Koeman (57) -FC Barcelona-. Se da la circunstancia curiosa de que Bordalás (56) -Getafe- dirigió a Mel en la 1995-96 cuando el preparador azulón llevaba las riendas del Benidorm en 2ªB.
Con 141 victorias en Segunda, el novelista Mel es el rey en triunfos y contiendas (355) de los 22 que integran la relación de los preparadores de plata en la actualidad. Sandoval -Fuenlabrada-, con 176 duelos y 74 éxitos, va segundo en esta clasificación de rango. La diferencia es sustancial: 179 encuentros y 67 triunfos. José Luis Martí (141) es tercero. Vicente Moreno (138) y Baraja (126) completan la zona de privilegio. Cabe reseñar la elevada cifra de técnicos debutantes en la competición de plata como José Gomes (Almería), David Gallego (Sporting), Nafti (Lugo), Borja Jiménez (Cartagena) o Antonio Hidalgo (Sabadell).
El conjunto isleño se desinfla y afronta la primera crisis tras encadenar tres jornadas sin ganar
El salto generacional es evidente. Mel acumula trece campañas de trabajo táctico en Segunda y siete en la máxima categoría -con un paso por la Premier League-. Son dos décadas de bagaje. Ziganda (54), Sandoval (52) y José Gomes (50) le acompañan en la zona de los veteranos. Y en las antípodas, Borja Jiménez (35), Iraola (38), José Alberto López (38) y Fran Fernández (40). Es más, el lunes, en Montilivi, se cruza con Francisco (42), que integra este grupeto de preparadores de nueva orden -con 81 pulsos dirigidos en la categoría de plata-.
Coleccionistas de tarjetas
Empezar de cero. La misión de Mel reside en resetear el disco duro. Recuperar la personalidad que trituró al Almería, Logroñés o Castellón. La UD solo ha ganado en Siete Palmas y no lo hace de visitante desde junio en Almería. “Tenemos que regresar a la primera casilla”, determinó el técnico amarillo tras sucumbir ante el Oviedo contra todo pronóstico.
Con la bajas de Pejiño y Ale Díez -por lesión-, Las Palmas, el conjunto más castigado junto al ovetense -32 cartulinas entre amarillas (28) y rojas (4)-, busca ganar de forma insoslayable. El único mandamiento.La experiencia es el aval mágico de una UD necesitada.
