Juan Antonio Anquela es algo así como Zinédine Zidane para el Real Madrid, Pep Guardiola para el Barcelona o Diego Pablo Simeone para el Atlético de Madrid. Es decir, parte de su historia. Porque el entrenador del Alcorcón, sin el aura de rico y siempre desde la humildad, ha obrado ya a sus 63 años varios milagros con el club madrileño, uno de ellos en plena vigencia: resucitar a un equipo que estaba muerto.
Los números hablan por sí solos: antes de que llegara el jienense, los alfareros habían sumado cuatro puntos en once partidos; tras su aterrizaje, ha cosechado once unidades en seis choques. Se sentó en el banquillo justo después de la octava derrota consecutiva del equipo entonces dirigido por Mere Hermoso y de que hubiera patentado la última posición de la tabla, pero algo debió de tocar el técnico que el cambio de los amarillo ha sido radical.
Entre otras cosas, la solidez defensiva que le había lastrado hasta entonces y, al mismo tiempo, el elemento que en su día le sirvió para consolidarse en la Segunda División. Tres partidos consecutivos sin encajar le sirvieron para sumar nueve puntos después de la caída en Leganés en el redebut de Anquela. Desde que recibió algún tanto, no ganó: 1-1 en Oviedo y 0-1 ante el Almería el fin de semana pasado.
En eso, y en la máxima rentabilidad a sus goles, se basa un Alcorcón que visita el Gran Canaria el próximo domingo (17.15 horas) y que hoy tiene la posibilidad de salir del descenso si gana su partido aplazado en Sabadell o si empata y el Zaragoza, que también juega esta noche –en Almería–, no consigue el triunfo.
Es por ahí por donde la UD Las Palmas parte con ventaja, ya que habrá tenido hasta ocho días para preparar el partido. Cuando los alfareros transiten por Siete Palmas, en cambio, será el séptimo encuentro que se dispondrá a jugar en apenas tres semanas.
El resurgir del Alcorcón desde que Juan Antonio Anquela llegó al banquillo es un hecho constatado, sin embargo, no es el único milagro que el entrenador de Linares ha obrado como entrenador del club madrileño. Hace justo una década, en la temporada 2009-10, con él al mando el equipo logró su primer ascenso de la historia a Segunda División. Tras la gesta, el entrenador recibió el apodo cariñoso de Anquelotti, en referencia al italiano Carlo Ancelotti, entre otras cosas campeón de Europa con el Milan y el Real Madrid como técnico y exjugador internacional por Italia.
Acto seguido, bajo su dirección el equipo del sur de Madrid logró la permanencia y el curso siguiente, el 2011-12, consiguió clasificarse para la promoción de ascenso a Primera. Incluso, alcanzó la final tras eliminar al Hércules de Alicante, sin embargo, cayó en la eliminatoria decisiva ante el Real Valladolid, que subió tras ganar en Santo Domingo y luego empatar en casa. La llegada a Segunda y el pase al playoff fueron los dos primeros milagros de Anquela con el Alcorcón. Ahora, más humilde, lo ha sacado del pozo. Ese es el rival.
Toni Cruz ya tiene a su entrenador
El Albacete Balompié, a cuya dirección deportiva llegó el grancanario Toni Cruz la semana pasada, eligió al asturiano Alejandro Menéndez como nuevo entrenador del equipo hasta final de temporada. Menéndez, de 54 años, fue nombrado como técnico “para reconducir la crítica situación deportiva por la que está atravesando el equipo”, anunció el club blanco en un comunicado oficial. Con su fichaje el Albacete confía en un hombre con una dilatada carrera que arrancó en la prolífica escuela de Mareo de Gijón 16 años atrás, en 2004. Tras pasar por el juvenil del Real Madrid, entrenó al filial del Celta, en cuyo primer equipo colaboró en el curso 2007-08. De ahí pasó al filial del Madrid y al Racing de Santander antes de emigrar a Tailandia y la India. En medio, volvió al filial del Celta y también dirigió al Burgos. | Efe
