Por fin hay una cuenta atrás para el regreso de Francisco Jesús Crespo Pejiño, de baja desde hace dos meses, a los terrenos de juego. El periodo estimado para su vuelta es de alrededor de un mes desde que ayer un médico de Madrid, al que el jugador acudió en busca de una segunda opinión, ratificara la lesión que le habían diagnosticado hace días en Gran Canaria: un edema óseo que agravaba su dolencia en el tendón tibial.
Pejiño estuvo durante bastante tiempo en un centro médico de la capital de España hasta que contrastaron que lo que le provocaba unos dolores tremendos que le impedían arrancar era un edema en el hueso. Lo que sí le planteó el galeno peninsular es un tratamiento diferente para su recuperación. Así, determinó para Pejiño una plantillas especiales adaptadas a su pisada para favorecer el restablecimiento de la zona afectada.
Con todo ello se estima que el barbateño puede volver a estar a disposición de Pepe Mel a mitad de enero, justo cuando la UD habrá superado su Everest particular frente al Espanyol, el Mallorca y el Leganés –con el partido de Copa ante el Navalcarnero y otro más si se clasifica–. En todo caso, Pejiño no va a parar durante las navidades para tratar de acortar los plazos de su regreso.
Los médicos estiman que el andaluz dejará de tener el tendón inflamado en poco tiempo con las nuevas plantillas para que vuelve a estar apto cuanto antes. Se trata de un jugador indispensable para el técnico y para el club, que cuenta con sacar rédito económico con una futura venta.
