Fabio González –en la imagen, lucha por un balón con un jugador del Navalcarnero en un salto–, titular ayer como mediocentro, fue expulsado en el minuto 59 tras recibir la segunda tarjeta amarilla por cometer una falta clara sobre un delantero rival. Antes, en el tramo final de la primera parte, ya había sido amonestado. La consecuente roja dejó con diez futbolistas al cuadro canario durante más de media hora, lo que resultó fatal para el equipo, toda vez que Pepe Mel tuvo que reestructurar el sistema a un 4-4-1 que dejó todavía con menos mordiente a la UD. En inferioridad, Las Palmas sólo tuvo dos disparos lejanos como bagaje ofensivo y encajó el gol.