Los primeros casos de positivo en coronavirus en plena temporada harán cambiar los planes de Pepe Mel. Había encontrado el técnico una nueva fórmula, basada más en un dibujo con centrocampistas como Kirian y Clemente en los costados en lugar de extremos puros, con la que salió victorioso de Mallorca. El sistema, al mismo tiempo, liberaba a Rober para que se sumara a la delantera junto a Araujo y formar así un 4-4-2. Sin embargo, la Covid-19 echó al traste la posibilidad de repetir el plan frente al CD Leganés (domingo, 19.30 horas).
Porque Clemente dio positivo en el test que se le realizó el pasado viernes y Rober hizo lo propio en la prueba del lunes –Jonathan Silva, que iba en el mismo coche que el tinerfeño, también está contagiado, mientras que Espiau, que compartía vehículo con el extremeño, está en cuarentena a la espera de un nuevo examen–. Se trata, por tanto de dos bajas importantes que el entrenador habrá de suplir con lo que tiene.
Y en ese contexto aparecen Benito Ramírez y Francisco Jesús Crespo Pejiño como las mejores alternativas de Mel para completar el once que habrá de medirse al equipo que marca los puestos de promoción –la UD está a cinco puntos del cuadro pepinero, que tiene un partido menos–. El primero ya fue titular en el choque que Las Palmas ganó al Espanyol (1-0), pero en Mallorca fue relegado al banquillo; el segundo, regresa a una convocatoria tres meses después tras superar por fin una doble lesión.
Si la Covid-19 no hubiera irrumpido en la UD, el madrileño habría repetido con los mismos hombres que doblegaron al segundo clasificado –colíder en esa jornada–, pero ahora le toca reinventarse. Tendrá que hacerlo, además, con varias premisas, algunas impuestas por él mismo. Si es coherente con la citación de Palma, Iemmello y Aridai no son alternativas. Por otro lado, Cedrés no puede jugar en lo que queda de curso por lesión –fue operado el lunes de una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo y estará ocho meses de baja–, mientras que Clau Mendes bajó al filial como toque de atención por incumplir alguna de las normas para prevenir los contagios.
Así, Benito y Pejiño aparecen como las mejores opciones de Mel, salvo que el técnico apueste por un pivote más como Fabio o Rivera junto a Javi Castellano y Sergio Ruiz, algo que, cuando lo ha hecho de inicio, no le ha salido bien. Es, por tanto, la hora de los extremos, que empezaron la temporada como rivales por un puesto en la banda izquierda y aparecen ahora como alternativas frente al Leganés.
El de La Aldea no acaba de arrancar; el andaluz, un fijo para Mel hasta la lesión en octubre
Benito no está, ni mucho menos, en su mejor momento. A diferencia del curso pasado, ha sido completamente intrascendente hasta ahora. Comenzó como titular, pero unas dolencias en la espalda le lastraron en el tramo inicial. Tanto, que tuvo que parar unas cuantas jornadas para rehabilitarse por completo. Sucedió en el mismo momento en que negociaba su renovación, que finalmente se concretó en tres campañas más, hasta 2024.
Atrás quedó el jugador incisivo y desequilibrante que fue indiscutible para Mel el curso pasado. Este, ni antes ni después de sellar su continuidad más allá del próximo mes de junio ha dejado huella. Su mayor aportación a nivel de números fue una asistencia de gol a Álex Suárez mediante un saque de esquina en el último minuto de la cita ante el Real Oviedo, cuando el partido ya estaba perdido (1-2).
Pejiño, por su parte, arrancó la temporada como suplente y con el paso de las jornadas se convirtió en un fijo hasta que se rompió. Suma un gol, al Fuenlabrada, y dos asistencias, y su incidencia en el juego ha sido mucho mayor que la del aldeano, tanto en ataque como en defensa. La doble lesión, primero una rotura en el isquiotibial y luego una fuerte dolencia en el tobillo, y su consecuente recuperación, le impedirá estar a tope por falta de ritmo, pero la ayudó el parón de la semana pasada.
Uno de los dos se postula a jugar a pierna cambiada, pero ambos son los favoritos a formar parte del once. Es la hora de Benito y Pejiño, beneficiados por los casos positivos de Clemente y Rober. Otra alternativa resultaría extraña. Vuelven los extremos.
