Calma tensa en la UD Las Palmas. Los jugadores, el cuerpo técnico y demás trabajadores habituales del club en permanente contacto con los jugadores se someten esta mañana a los últimos test de coronavirus antes de que el equipo reciba pasado mañana al CD Leganés (19.30 horas) en el primer partido de la segunda vuelta. En principio, tal y como ha sucedido durante todo el curso, no debiera haber ningún caso positivo nuevo, pero en la entidad existe una cierta preocupación después de que las últimas pruebas detectaran los contagios de Óscar Clemente, Rober González y Jonathan Silva.

Cabe recordar que el protocolo de LaLiga establece que cada club debe hacer un mínimo de dos test cada semana, uno el lunes y otro dos días antes del siguiente encuentro. Toda vez que el choque ante el Lega es el domingo, la UD pasará la prueba esta mañana en las instalaciones de Barranco Seco para descartar que exista algún otro caso positivo aparte de los ya conocidos.

El lunes, la entidad amarilla informó de que Rober había dado positivo y de que Edu Espiau quedaba en aislamiento por haber compartido vehículo con el extremeño. El viernes pasado –no hubo jornada por el parón, pero el protocolo de test se mantuvo–, el contagio que salió a la luz fue el de Óscar Clemente, que también compartió coche, en su caso, con Jonathan Silva. El brasileño, por tanto, entró en cuarentena de inmediato y días después dio positivo en la prueba pertinente.

Así pues, la Covid-19 hará que la UD Las Palmas tenga las bajas de Clemente, Rober, Jonathan Silva y Espiau –los tres primeros por positivo, y el último por aislamiento– para medirse al Leganés. Lo que espera ahora es que las pruebas de esta mañana no arrojen nuevos casos de contagios después de las últimas incidencias.

En todo caso, salvo catástrofe, la celebración del partido no corre peligro, toda vez que LaLiga establece que cualquier choque debe jugarse mientras los equipos dispongan de al menos 13 jugadores.