El poder de la mente. Álvaro Lemos, un renacer desde la psicología. El lateral gallego de la UD -75 partidos oficiales- se ha destapado como uno de los mimbres más en forma del plantel de José Mel Pérez gracias al cuidado del aspecto mental. “El año pasado fue desastroso y psicológicamente difícil, lo he superado con mi labor en el campo y con la cabeza”, admite.
Mel lo incluye entre los dos mejores laterales diestros de la categoría. Para Álvaro Lemos, no vale saltarse el primer versículo de la Biblia de Simeone. “Se agradecen los elogios (...) No me considero mejor ni peor que nadie, solo trato de trabajar y hacerlo lo mejor posible. En el equipo hay mucha competencia con Ale Díez que sale de lesión y está muy bien. Aporto desde la humildad y sin mirar más allá del partido a partido”.
Destapa que su vínculo contractual concluye en 2022. Por lo que amplía el acuerdo inicial que terminaba en 2021 -firmado en 2018-. “Me queda un año; soy muy feliz. Mi pareja me apoya y anima. Estoy en un gran momento”.
¿Quién tira los penaltis en la UD? Ante el Leganés, Aridai Cabrera batió a Cuéllar y se suma a Maikel Mesa, que anotó en el Belmonte, en la nómina de realizadores desde los once metros. Kirian lo falló ante el Alcorcón.
“No hay una lista de lanzadores de penaltis, se lo di a Aridai porque lo necesitaba”
El cuero voló a Lemos a Aridai. “Hay varios lanzadores. No es que exista un primero y un segundo. Depende de quién esté jugando o cómo fue la semana, siempre hay determinadas preferencias marcadas por Mel. En el último partido [ante el Lega]; figuraba yo primero, pero ‘Ari’ me lo pidió. Sabía que necesitaba confianza. Al final lo metió y todos contentos”.
La paternidad y el equilibrio
Lemos insiste en el “trabajo mental” como terapia para alcanzar su mejor nivel. “Cuando trabajas la cabeza, que la he trabajado bastante, al final estás libre y liberado. Voy a ser padre y eso me motiva y te hace ver las cosas de otra manera. Estoy muy contento. No sé si es el mejor momento de mi carrera, pero uno de ellos sí que lo es”.
En su tercer año de amarillo, se siente querido y respetado por la caseta. Habita dentro del escudo. “En todos los años que llevo siempre hemos tenido un muy buen ambiente. Desde la profesionalidad, me sentí como en casa con grupos espectaculares. Este año, la media de edad se reduce, con muchísimas ganas de trabajar.
Es ambicioso y mira a las alturas. Suspira por la gloria cuando está a solo dos puntos del playoff tras completar el triplete de titanes. “No miramos ni para arriba ni para abajo, solo al siguiente duelo. Es un tópico, pero es la realidad. Esta semana pensamos en el Mirandés (...) Pero soy ambicioso, con ganas de ir a más y superarme. Aspiro a ganarlo todo para ir a Primera. Yo sí miro y sueño con el ascenso. La mayoría de compañeros, también, pero hay que ir partido a partido. Esta semana tenemos un rival complicadísimo”.
Escenario maldito
En relación al conjunto burgalés, admite que “presentan batalla porque lucen una idea muy clara. Es un equipo que juega de forma vertical y tendremos que hacer un trabajo enorme a nivel defensivo. No tengo dudas de que vamos a hacer un buen partido. No sé si ganaremos o perderemos, pero sí que haremos un buen papel”, valora sobre el bloque rojillo, que se deshizo (0-2) del Cartagena.
“El Mirandés presentará batalla. Nos exigirá un trabajo encomiable a nivel defensivo”
Tras el triplete de titanes -tumbar a ‘Lega’, Mallorca y Espanyol-, hay licencia para soñar. “¿Por qué no? Ningún equipo en esta Liga es invencible (...) El Espanyol tiene un plantel de Primera, el Leganés también, qué decir del Mallorca. Es complicado. Ni me lo esperaba. Trabajamos para eso, para demostrar que podemos hacerlo”.
Sobre el brote de los tres positivos en la caseta isleña, detalla que “respetamos las normas y tratamos de hacer todo lo posible para no contagiarnos. A lo mejor nos confiamos y pasó factura; pero somos escrupulosos”. Abre la puerta a jugar de extremo, una posición que conoce al milímetro. “Estoy cómodo de lateral, pero Mel me tiene para lo que precise”.
