Un frontón con acento canario

Llegaron al mismo tiempo a Las Palmas Atlético en el verano de 2016, cuando el filial amarillo militaba en Tercera División bajo el mano de Manolo Márquez. Uno, Suárez, venía del Villa Santa Brígida; el otro, Curbelo, del Leioa del País Vasco, adonde había emigrado para probar suerte. Al final de la campaña 2016-17 ya habían despuntado en un equipo que arrasó en la categoría y acabó por lograr el ascenso.

La temporada siguiente, con Suso Hernández en el banquillo y luego con Juan Manuel Rodríguez, continuaron su progresión hasta que la pareja se rompió un año después, cuando Paco Herrera llamó a filas a Curbelo en enero de 2019 después del parón navideños, con una descompuesta y en tierra de nadie cuando se había diseñado para el ascenso.

La reunificación se produjo el verano siguiente, cuando la entidad amarilla hizo un contrato profesional a Álex Suárez. Fue el curso pasado, pero el capitalino apenas tuvo protagonismo. El satauteño, por su parte, era el comodín para cualquier puesto de la defensa, como cuando accedió al primer equipo, pero lejos de ayudarle le limitó, porque a pesar de que acumuló mucho minutos, nunca terminó de encontrar su sitio.

El capitalino ha jugado todo desde el inicio salvo un partido y suma un gol, al Real Oviedo

Hasta que por fin en la presente temporada, y con el mismo entrenador, Pepe Mel, por fin se hicieron con un hueco en el centro de la defensa. El propio entrenador declaró en una entrevista publicada por este medio la semana pasada que Álex Suárez había tenido un punto de inflexión tras el periodo de confinamiento, es decir, en los últimos once partidos del campeonato anterior.

Entonces, y debido a la disputa de partidos cada tres o cuatro días, participó mucho más de lo que lo había hecho anteriormente y convenció al técnico, que desde el inicio del presente curso le consideró titular. De hecho, es el futbolista de la plantilla, incluidos los porteros, que más minutos ha jugado, con 2.200 –Sergio Ruiz es el segundo, con 1.703–.

Polivalente

Curbelo, de su lado, tuvo que labrarse su puesto en el centro de la defensa. En su línea, participó tanto en ambos laterales como en el centro de la defensa a los largo de toda la campaña, pero no fue hasta el comienzo de 2021 cuando por fin se juntó con Suárez otra vez para formar una pareja seria. Ya habían actuado anteriormente, pero sin la confianza total del técnico, que incluso llegó a alinear a Ismael Athuman en tres choques de diciembre, hasta que el grancanario internacional con Kenia fracasó con estrépito en Vallecas.

El satauteño, comodín de Pepe Mel, ha demostrado que su sitio está en el centro de la zaga

Allí, frente al Rayo Vallecano, el satauteño actuó como lateral izquierdo en la segunda parte, y también estuvo desacertado. Quizá fue una suerte para él, porque Pepe Mel jamás lo ha vuelto a situar fuera del centro. Pasaron las Navidades hasta que LaLiga se reanudó el 3 de enero con la cita ante el RCD Espanyol. Suárez y Curbelo actuaron como pareja de centrales y cumplieron.

Dinámica

Desde entonces ha jugado juntos hasta que el de Santa Brígida tuvo que parar en Almería por culpa de un cuadro de mareos que le brotó durante el encuentro anterior frente al Sabadell, cuando se tuvo que retirar en el primer periodo. La diferencia con respecto a las veces anteriores es que la UD Las Palmas es mejor tras la recuperación de los Sergios, Araujo y Ruiz. En una dinámica positiva, y con los buenos, todos los jugadores parecieron mejores.

Álex Suárez ha jugado 25 partidos de los 26, todos como titular. Además, suma un gol, el que marcó al Real Oviedo en casa, aunque no sirvió para nada (1-2). Sólo se perdió el enfrentamiento ante el Castellón por su expulsión en Málaga. Eric Curbelo, por su parte, ha participado en 21. Los dos, tiempo después, forman el actual frontón amarillo, con acento canario.