Un veterano con 24 años. Ametralladora de sinceridad. Verdades como puños tras la deshonra. Fabio González analiza con crudeza la hecatombe de Castalia y recuerda que "no se gana luciendo el escudo de la UD". "Necesitamos la victoria ante el Rayo. Sabemos que en diciembre nos propusieron un partido muy intenso en Vallecas, marcado por la grave lesión de Cedrés. Tenemos que ganar sí o sí, ya venga el Rayo o el Barça (...) A nivel futbolístico, cuando hacemos las cosas bien y somos intensos nos convertimos en un equipo muy complicado de ganar". Se desmarca de la controversia arbitral. Desecha el discurso de la campaña y las manos negras. "De los árbitros no voy a hablar, ellos son parte del juego y a nosotros no nos incumbe valorar su labor. El pasado sábado, quieras o no, no puedas perder 4-0. Como dijo Álex Suárez al final del partido, tenemos que pedir perdón. Esta semana estamos trabajando para revertir la situación, la cual es complicada, con el vestuario que tenemos: lo vamos a revertir". 

Con 48 partidos en su carrera profesional, el rol de Fabio no responde a las expectativas. "Estamos usando un sistema de 4-4-2; Javi y Sergio lo están haciendo bien. Mi meta es seguir intenso, seguir entrenando y estar preparado para poder rendir. Debo animar a mis compañeros". La relación con Mel es satisfactoria. "Tengo toda la confianza del míster, nos la transmite a todos los canteranos"

La UD luce una condición bipolar. Capaz de lo mejor y lo peor. "Al final, se nos ha puesto ese calificativo tras ganarle a los tres de arriba [en relación a lo de matagigantes]. Hemos conseguido resultados ante conjuntos de la parte media y de abajo. Competimos bien y, cuando lo hacemos, se nota que somos un equipo intenso. Repito que necesitamos los tres puntos sí o sí, no solo para alejarnos de abajo, sino para aspirar a metas mayores". Lamenta el elevado número de goles encajados (36 dianas en 27 partidos). "Somos el segundo equipo más goleado de la categoría y tenemos que mirarlo porque al final en una categoría como la Segunda División, si encajas mucho ves mermada tu capacidad para ganar. Para mí, de forma futbolística, cuando hacemos las cosas bien y somos intensos somos un equipo muy complicado de ganar. Cuando nos relajamos y no metemos pie, cuando pensamos que con este escudo vamos a ganar, la Segunda demuestra que el Castellón le puede ganar al Espanyol, por ejemplo". 

No escuchó las valoraciones de Mel tras el último partido ante el Castellón. El técnico madrileño utilizó el término "cono" para retratar la falta de mordiente amarilla. "Quien me ha visto jugando desde Cadete que llevo en la UD saben que dentro del campo soy una persona tranquila que intenta no tener sobresaltos. "Necesitamos cortar la sangría porque si pasas de los 45 goles en contra en esta categoría eres carne de cañón (...) No he escuchado el contexto en el que lo dijo, así que no puedo valorarlo [sobre lo de cono]". Además, recuerda que la juventud no vale de pretexto. "A mí me gusta leer prensa y, en todos ustedes, leo que se achaca a la juventud la irregularidad del equipo. Parece que somos un equipo joven y es verdad porque venimos muchos del filial, pero nuestra pareja de centrales ya tienen 28 años. La irregularidad se justifica con la intensidad. Cuando no somos un equipo intenso somos muy fáciles de batir". 

Las pérdidas a la hora de sacar el balón son constantes en la UD. "Somos un equipo que intenta sacar el balón jugado por todos los medios. Nos exponemos un poco más. Entre los equipos de abajo, como Castellón y Sabadell, nos han metido casi nueve goles en la secuencia de dos partidos con cada uno. Es una sangría irreal porque cada vez que perdemos, perdemos por mucho. Necesitamos cortar la sangría". Sobre si renovaría a Mel, detalla la formula y es ganando. "No depende de nosotros. Lo que tenemos que hacer es buscar los tres puntos ante el Rayo; es el mejor respaldo que podemos darle al míster".