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50 años sin Juan Guedes | Palabra del ‘txopo’

El Estadio Insular fue uno de los escenarios que José Ángel Iribar (Zarauz, Guipúzcoa, 1942) más visitó durante sus 18 temporadas al frente de la portería del Athletic Club. El guardameta se las vio durante años con Guedes, Germán, Tonono y compañía, futbolistas a los que acogió en el seno de la selección española.

Palabra del ‘txopo’

“¿Y dices que hace ya 50 años de aquello? Hay que ver lo rápido que se nos va el tiempo. Me lo dices y miro atrás y...”. Anda por Lezama, contento, al pie de sus cachorros, que la pasada semana le acaban de brindar una buena alegría: el regreso del Athletic Club a una final de Copa del Rey. “A jugar dos finales en un año, eh ¡Qué cosas tiene el fútbol!”, cuenta. Antes de esto ya ha buscado un rincón de la ciudad deportiva donde poder estar solo, bajarse la mascarilla y empezar a recordar los fotogramas que guarda su memoria, una de las más ilustres del fútbol nacional, sobre un “jugador extraordinario”.

“Fue una gran pérdida para el fútbol, fundamentalmente para su entorno, para sus amigos, para su familia, pero también para el fútbol. Era un jugador extraordinario. Se me ponen un poco los pelos de punta recordando todo esto por la calidad humana que desprendía”. La firma de la frase la pone José Ángel Iribar, el hombre de negro del Athletic Club durante 18 temporadas y uno de los futbolistas más trascendentes de la historia del balompié nacional. Rival de Juan Guedes como ‘león’ y compañero en la selección española, los recuerdos de Iribar sobre el Mariscal navegan de la mano de una UD de época.

“Todo lo que puedan decir de aquel equipo, lo que se cuente, lo que haya llegado hasta hoy, es real. Estamos hablando de hace medio siglo atrás y lo seguís recordando. Por algo será, ¿no? Es que era un equipazo, un equipo en el más amplio sentido de la palabra. Había un grupo de jugadores muy buenos, empezando por los porteros y hasta el último futbolista de la plantilla. Como se suele decir, aquello era un señor equipo”, prosigue el ‘Txopo’.

Palabra del ‘txopo’

Palabra del ‘txopo’

Un “señor equipo” articulado, con Juan Guedes como eje en la medular, con un estilo inconfundible, más aún en aquella época de fútbol en blanco y negro, de fuerza sobre técnica. “Era un jugador muy grande, grande, en aquella UD Las Palmas que, francamente, era un auténtico equipazo. El recuerdo que me viene es el de un jugador extraordinario dentro de un equipo que era un reloj en aquellos años. Y dentro de ese equipo, era de los que destacaba, que ya es decir”, contunúa Iribar, que destila verdad en cada una de sus palabras.

La visión de Iribar no cambia desde entonces. Todo lo contrario. Los años le dan valor a un jugador “capaz de dar un plus más de calidad” a la UD Las Palmas. “La percepción que me dejaba entonces cada vez que nos tocaba jugar contra él era esa. Miro atrás y veo un gran asistente, un zurdo de oro. En los equipos siempre hay individualidades que pueden destacar más, como era el caso de Guedes”, concreta el mito del Athletic Club.

Aquella “zurda de oro” sigue viva en sus ojos. “Los jugadores zurdos, ese estilo del ‘10’, espigado, con clase, destacan. Era un jugador de época con la virtud de tener una gran visión de juego, técnicamente muy bueno, con una gran zancada. Insisto en su capacidad de visión de juego, con una capacidad increíble para enlazar al equipo. Es de esos jugadores que salen en contadas ocasiones”, explica Iribar.

Referente de una cantera única como la del Athletic Club, Iribar apunta a la canariedad de aquella UD Las Palmas de finales de los 60 y principios de los 70 como una de las claves para escribir los mejores días en la historia de la entidad amarilla. “El valor que le doy a todo esto es que además eran todos canarios, menos los porteros Ulacia y Oregui que eran vascos también. Después vino Carnevalli, que era un fenómeno. Eso creo que se notaba a la hora de jugar, sudaban la camiseta hasta la última gota. ¡Menudos eran! ¡Vaya jugadores, vaya equipazo que tenía la UD Las Palmas¡”, cuenta entre risas.

La figura de Guedes, espigado, alto, moreno, también se clavó en la memoria del mítico portero del Athletic Club. El contoneo que dibujaba sobre el campo lo tiene fresco. “En aquella época, ver a alguien de su talla, de su estatura, moverse así, era realmente inusual. Era de esa clase de jugador que hacía al público decir eso de ‘¡Ohhhhhhhh!’ ¿Me explico? Dejaba a la gente diciendo ‘¿Qué cosas hace?’ La medida de los pases en largo, el control del balón, el buen regate, la visión de juego, la capacidad de asistir...”, desmenuza Iribar.

Y tanto en el viejo San Mamés como el desaparecido Estadio Insular, Iribar esboza “un centrocampista de muchísimo campo”. “Para la época ocupaba muchísimo campo. Creo que eso era lo que más le daba a la UD Las Palmas y lo que más le agradecían. Eran características clásicas en él. La UD lo agradecía y nosotros lo sufríamos. Pero bueno, daba gusto enfrentarse a ese equipo porque sabías que ibas a tener trabajo. De alguna manera, para eso ibas, para intentar parar y a solventar el trabajo que te iban a dar Guedes, Germán, Tonono y compañía”, concreta Iribar con alguna risa más. “Es que eran muy buenos”, insiste.

Un grupo que se asomó a la selección española, donde Iribar era el candado de la portería nacional. “Se me hace lejano, pero sí que recuerdo al grupo de los canarios. Tonono, Martín, Germán, Castellano, Guedes... Iban pasando por la selección y aportaron sus cosas. Francamente, era un lujo tener a ese tipo de jugador en tu equipo. Lo que más recuerdo de ellos es que eran gente buena, con la que siempre tuve buena química, con todos los canarios”, sentencia el portero, testigo del regreso al fútbol de Guedes en septiembre de 1970 tras su primera intervención quirúrgica en Barcelona. “A un futbolista como él, que quiso volver a jugar, a hacer lo que le gustaba, pues qué menos que aquella ovación”, concluye Iribar. Es la palabra del ‘Txopo’.

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