La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Juan Guedes y Tonono: el adiós a un hermano

Juan Guedes y Tonono se conocían desde antes de jugar juntos en la UD Las Palmas, también antes de compartir selección provincial La unión de ambos nació en los partidos de juveniles entre Porteño y Arucas hasta compartir habitación cuando llegaron a la UD. Dos vidas, dos muertes que marcaron al equipo amarillo.

El adiós a un hermano EDu lópez

“En un rincón, en la misma entrada del nuevo local social de la Unión Deportiva, de la calle Pío XII, estaba el mejor amigo de Guedes, el gran defensa canario Tonono. Está hecho materialmente un ovillo, presa de un ataque de nervios. El padre don Vicente Rivero, vicario general de Apostolado, le daba consejos y trataba de confortarle. El ambiente por momentos se hacia más emocionante, más denso. Por supuesto, y aunque teníamos la orden de recoger unas palabras de Tonono desistimos. Era inhumano el hacerlo, el tratar de preguntarle nada”.

La descripción del velatorio de Juan Guedes en la mañana del 9 de marzo de 1971, firmada por Rafael González Morera en las páginas del vespertino Diario de Las Palmas, recoge el dolor, el color negro del luto por la pérdida de un compañero, de un amigo, de un hermano. Porque para Tonono, Guedes era eso, un hermano cuyo camino unió la UD Las Palmas para siempre, pero también el trágico final que esperaba al central de Arucas solo cuatro años después.

La muerte de Guedes fue el primer gran golpe para aquel grupo, la mejor UD Las Palmas de siempre; el segundo, tan devastador como esa primera pérdida, fue el adiós también prematuro de un zaguero y capitán de época. Unidos por el balón, unidos por el amarillo de la UD y unidos por un desenlace que nubló los ojos de un escudo que, por mucho que pasen los años, lustros y décadas, no olvida a dos de sus ilustres.

“Nos conocimos exactamente cuando ambos militábamos en juveniles. Bueno, le conocí en lgún partido en que nos enfrentamos. Él, en el Porteño; yo, en el Arucas. No teníamos más de 16 años. Después, cuando Luis Molowny nos seleccionó para el equipo regional de juveniles fue cuando comenzó nuestra gran amistad. Desde entonces... Son muchos años que se han ido un poco como un soplo si se pone uno a pensar. Recuerdo el primer viaje que hicimos justos. Fue a Tenerife, con los juveniles. Llegamos al hotel en Santa Cruz y Molowny se dispuso a distribuir las habitaciones. También estaba con él Luis Nebot. Empezó a mirar en dirección a todos. Nosotros estábamos juntos y casi sin darnos cuenta nos emparejaron”.

El adiós a un hermano

Antonio Lemus, mito de la información deportiva de Canarias, pregunta en LA PROVINCIA y Tonono responde. El diálogo desde Madrid y camino a Vigo para jugar contra el Celta, excava en los recuerdos del central con el medio. “Cuando ya coincidimos en el equipo, seguimos igual. Desde entonces, siempre juntos. Todos los entrenadores nos han respetado esa costumbre, lo mismo que Paco Castellano lo ha sido con Germán, y León con Martín, y Justo Gilberto con José Juan, y Oregui con Ulacia. Cuando llegamos a las selecciones, por ejemplo en el viaje a Malmo, también Balmanya [seleccionador por entonces] nos permitió esta costumbre”, narraba Tonono.

Un “corazón de oro”

Una relación que “nunca” se topó con discrepancias. “Es curioso, pero nunva. Ni el menor enfado. Jamás hemos discutido más allá de lo normal. Cada uno con su carácter, tan totalmente diferentes, pero siempre íntimos. Para mí, Guedes ha sido siempre más que un amigo, ha sido un hermano”, sentenciaba Tonono. Todo con una virtud por encima del resto. “Es sinceridad. Nunca Guedes ha tenido dobleces. Un corazón de oro, como amigo y compañero. Yo podría decir que he conocido muy pocas personas como a Juanito”.

Un “corazón de oro” que vibraba con la UD. Antes, durante y después de los partidos. “Era un poco inquieto antes de los partidos. Quizá to he tenido siempre más tranquilidad, Juan lo vivía todo más intensamente. En la víspera, y horas previas antes incluso. Con sus pequeños papeles anotando ideas tácticas y pensando en lo que le había dicho el entrenador. Él era, en potencia, un gran técnico para el futuro”, agregaba el ‘Omega’. “Sufría mucho. Una derrota, aún la más justificada, lo conturbaba profundamente. Por supuesto, siempre recuerdo que los domingos a la noche, allí donde estuviéramos, en Tafira o en la Península, no conciliaba bien el sueño. Le ha gustado siempre hablar mucho después de los partidos. Su sentimiento por el equipo, muy profundo. Se rompía cuando no se alcanzaba el triunfo”.

Una radiografía de uno de los mejores jugadores de la historia de la UD Las Palmas por parte de otro de sus más insignes futbolistas. Un documento único con sabor a despedida “Antes de la segunda operación estaba algo distinto. Yo le notaba un poco receloso. Pero estaba bien. Él había alcanzado ya la totalidad de su peso. En Málaga y Sarriá,sus últimos partidos, había estado casi a la altura de sus mejores encuentros, pero Guedes estaba entonces preocupado. Pensaba que su operación había sido muy delicada. Cuidaba mucho lo que comía. Pero ¡quién podía pensar en este tremendo retroceso!”, reconocía

Y delante, mucho sueños por cumplir, muchos de amarillo. “Él siempre ha dicho que le gustaría, cuando colgara las botas, ser directivo del club. Creo también que habría sido un magnífico entrenador, porque en la Escuela lo demostró en sus aptitudes con León y Germán, y ha demostrado siempre mucha psicología, pero pensaba que como directivo podía ser un buen enlace con los jugadores. Ya sabes que fue presidente del Tamaraceite y le entusiasmaba entonces esa tarea”, contestaba Tonono a Lemus. Y en lo personal, “siempre tener un porvenir asegurado”. “Cursó varios años de Comercio. Nosotros ya sabe que estuvimos varios años unidos en negocios, en los comienzos de ir formando nuestro futuro. Tenía gran visión para esto. Se ha preocupado siempre mucho de la carrera que dar a sus hijos”, puntualizaba el ‘5’.

“El mejor de todos nosotros”

Como futbolista, simplemente “un extraordinario jugador”. “Para Las Palmas ha sido durante años su mejor figura. Ya sé que no llegó tantas veces a ser internacional como merecía, pero ¿quién puede discutirle a Guedes su clase, su categoría, su personalidad? Si él ha sido el mejor de todos nosotros, la pieza clave del equipo, y uno de los grandes jugadores españoles en su puesto”, desmenuzaba Tonono –con “brillo en los ojos”, según describía Lemus en aquel vagón–.

“Es triste admitirlo, pero estoy hecho a la idea terrible. La verdad me la contó don Jesús García Panasco en Sevilla. Fui el primer jugador al que me habó claro. Aún así, siempre he esperado el milagro, pero Dios quiere llevárselo a su lado y hay que acatar resignadamente esta tremenda desgracia que se nos aproxima”. Las lágrimas por Guedes pronto pasarían a ser por él. Demasiado pronto.

Compartir el artículo

stats