Está Rober González para el derbi –domingo, 20.30 horas–, pero también para algo más. “Ya estoy al 100%. Me encuentro a tope para disputar los minutos que crea conveniente el míster (...). Llevo ya un par de semanas que me estaba encontrando bien y sobre todo esta última ya me he encontrado al 100% tanto en los entrenamientos como en el trabajo específico de fuera. Llego en la mejor forma”. Con esas palabras, minutos antes del entrenamiento de ayer, el extremeño lanzó un mensaje que se resume en el alzamiento de la mano para pedir un hueco en el equipo titular.
Es un lugar del que casi ni se acuerda, porque no forma parte del once inicial desde el pasado 10 de enero, en Mallorca, o sea, desde hace dos meses y medio. El coronavirus se encargó de frenar su progresión a mitad del primer mes del año y le privó de participar en siete partidos, hasta que volvió a sumar minutos en los dos últimos compromisos, en Fuenlabraba –ocho– y ante el Girona –32–. Y ahora está listo para recuperar el protagonismo.
Pepe Mel planea la inclusión del emeritense, un fijo en sus esquemas de principios de temporada, para tratar de asaltar el Heliodoro Rodríguez López, un campo donde la UD Las Palmas no gana en partido oficial desde diciembre de 2001, hace casi dos décadas. Sí lo hizo, sin embargo, el verano pasado, cuando se impuso al CD Tenerife por 1-3 en el único amistoso de pretemporada.
El emeritense debutó con la UD en el Heliodoro en la pretemporada (1-3) y logró un gol
Y Rober marcó un gol, por lo que ya sabe lo que es perforar la portería de la grada Herradura. Aquel 5 de septiembre de 2020 fue, además, el día en que debutó con la camiseta amarilla. Llevaba sólo un rato en el campo –entró tras el descanso– y sumó su primer tanto con la UD tras una buena maniobra dentro del área. Luego, casi al final, provocaría el penalti que transformó Maikel Mesa.
Gol y competencia
Pasados los meses después de una prometedora presentación, el atacante no defraudó. Es, junto a Pejiño y Araujo, uno de los tres máximos goleadores de Las Palmas, con cinco dianas. Y quiere reencontrarse con el gol en la cancha del eterno rival. “Hay una celebración que me han dicho que haga y si tengo la suerte de marcar, la haré”, avanza.
Tiene claro Rober, en cualquier caso, que cada vez está más difícil tener un lugar en el equipo titular por la cantidad jugadores con que cuanta la UD para el ataque. “Es una competencia muy sana que nos está haciendo crecer a todos porque Jesé, Rafa –Mujica– o el Chino –Araujo– son jugadores impresionantes que hacen crecer a uno mismo”, comenta.
El extremeño, cedido por el Real Betis hasta final de temporada, fue indiscutible hasta que dio positivo por covid-19. Primero lo fue en el extremo derecho y luego en la delantera, cuando Mel cambió el sistema de un 4-2-3-1 a un 4-4-2. “A mí me gusta no ser un nueve, sino un jugador que pueda venir a recibir y que dé opción de pase, pero bueno, puedo jugar en banda también y me siento cómodo. La decisión es del míster”, aclara.
Donde sea, pero quiere jugar. Será su primer derbi en el Heliodoro, pero no el primera de su corta carrera, ya que disputó muchos Betis-Sevilla en categorías inferiores. Es consciente, por tanto, del sentimiento de pertenencia que sobresale en los duelos de máxima rivalidad local o regional, y por ahí ve una ventaja para Las Palmas, porque tiene más canarios que el Tenerife en su plantilla. Cuestionado por si la canariedad puede influir para bien, sentenció: “Creo que sí. Ya se está viendo en los entrenamientos: la gente va a tope porque son de la casa y siempre viven el derbi”.
La lástima para Rober, como para la práctica totalidad de los futbolistas, es que no habrá público en las gradas. Se irá de la UD, por tanto, sin haber probado el ambiente de un derbi canario en las butacas propias y ajenas. “Aunque no podamos sentir el calor de la afición desde el campo, lo sentimos desde casa. Son partidos en los que nadie necesita motivación. Todo el mundo sabe la repercusión que tiene para todos”.
“Hay una celebración que me han dicho que haga; si marco, la haré”, avanza
Y advierte del peligro de un equipo que llega a la cita en una inercia mejor que la de los amarillos. “Es un equipo muy fuerte, que compite y tiene gente con experiencia en la categoría, pero bueno, nosotros vamos con toda la ilusión del mundo y con las ganas de demostrar a nuestra gente que podemos ganarles en su estadio”, asegura.
E insiste: “Son jugadores con más experiencia, que están más hechos a la categoría. Nosotros somos jugadores más jóvenes, pero vamos con todas las ganas y para estos partidos no hay favorito”. Cede algo de presión al rival, pero no toda. Él de momento, pide paso y Mel se lo piensa.
