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La crónica / Sporting-UD

Sporting de Gijón - UD Las Palmas: Djuka fustiga a la UD y amarga el centenario de Mel (1-0)

El cuadro amarillo firma una actuación convincente en El Molinón pero se topa con la madera (1-0) | Una acción aislada del pichichi del cuadro gijonés resuelve el encuentro -Debut con nota de Guti en la medular amarilla -La UD sigue anclada en los 50 puntos -Una victoria en las últimas ocho jornadas

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Laliga SmartBank: Sporting Gijón - UD Las Palmas LOF

Avasallamiento, revés y salvación matemática. El testigo de Diego Gutiérrez brilla como legado. Cien veces al poste. El bucle maldito de El Molinón. Otro sorbo de autoestima sin botín. La UD, en el partido cien del estratega José Mel Pérez, bailó al Sporting y cayó bajo un manto de crueldad (1-0). Anclados en 50 puntos y con una victoria en las últimas ocho fechas ligueras, la permanencia ya es matemática tras la derrota del CD Castellón.  

Conviene analizar el expediente de Mel con perspectiva. El debut del canterano Guti conforma el estreno número 23 del vivero amarillo. El futuro lo marca el atrevimiento de este estratega, que superó a David Gallego en todas las aristas del juego, salvo en la precisión. Jesé no es Djuka. Araujo no es Djuka. Una acción puntual del artillero del Sporting de Gjión liquidó el expediente en El Molinón. La UD respondió a la exigencia y orquestó un plan perfecto que se quedó sin botín. Huéranos de la gloria por el oportunismo de un gigante con 23 tantos en Liga.

El conjunto isleño agitó el balón con destreza y dispuso de un carrusel de oportunidades ante uno de los ogros de la competición de plata. El ‘Chino’ Araujo desbarató cada aproximación y estrelló el cuero en el poste en la más evidente tras un desliz de Saúl. Uros Djurdjevic no desperdició la suya, no estaba para regalos cuando está en juego el chocolate del playoff. Se estira la penitencia amarilla, aunque ya con el billete matemático del objetivo.

Ayer se salvó el orgullo y la entereza de un dibujo que recuperó la fantasía. Aún restan dos jornadas ante Albacete y Logroñés para concluir el curso más infernal de la historia. Se está haciendo eterno. Sopor, tristeza y una falta de precisión alarmante. Baile y ejercicio estético primoroso en la fortaleza del Sporting en una primera media hora que evoca a la firmada el 8 de marzo de 2020. Pero no hubo manera de superar a Mariño. Incluso Tomás Cardona, con un remate de cabeza inapelable, se empeñó en arruinar la propuesta de seda del novelista Mel.  

Primer tiempo dignísimo con un Araujo participativo que dejó en evidencia a los centrales Borja López y el expeditivo Babin. La lesión de Fabio, en el tramo final del primer acto, resultó la única nota negativa a una puesta en escena rigurosa. Tomó la alternativa el canterano Diego ‘Guti’ en la sala de máquinas. Jesé dejó un taconazo para la galería pero no alcanza el aprobado. Su divorcio con la gloria del gol en este segundo periplo es digo de una cátedra.  

¿Qué hay que hacer para meter un gol? A los dos minutos, tras un centro de Silva, el Chino remató de cabeza. El esférico acabó en los guantes de un Mariño que se ganó el sueldo. El centenario de Mel fue una pesadilla para el Sporting, que fue superado de forma holgada en los primeros 45 minutos. Luego, David Gallego agitó el banquillo y recurrió a la velocidad para tumbar a un equipo con los deberes más que cumplidos. Encallados en los 50 puntos, cuando el Sporting estaba contra las cuerdas llegó el zarpazo de Djuka, ante la pasividad de Tomás Cardona. Un tiro de Aridai, otro de Araujo y de forma agónica con una falta de Ale Díez. No había manera de marcar y recuperar la sonrisa en un final trágico de campeonato.

Carta de presentación

A los dos minutos, tras un centro de Jonathan Silva, el ‘Chino’ remató de cabeza. El esférico acabó en los guantes de un Mariño que se ganó el sueldo. Sudó hasta la extenuación. El centenario Mel fue una pesadilla para el Sporting, que fue superado de forma holgada en los primeros 45 minutos. 

Luego, David Gallego agitó el banquillo y recurrió a la velocidad para imponer la ley del oportunismo. Un tiro de Aridai, otro de Araujo y de forma agónica con una falta de Ale Díez. No había manera de marcar y recuperar la sonrisa en este final amargo. Pero con el objetivo bien atado.  

La pasividad de Cardona, a la hora del pulso, puso en bandeja de plata el remate del ejecutor serbio. Djuka dinamitó su sequía y esa diana ejerció de esquela. Es la normenclatura del sector resultadista. Pero la UD arrinconó su versión pusilánime -la que mostró en Cartagena, Castellón o ante el Espanyol en Cornellà- y jugó como un equipo grande. Luciendo personalidad y atrevimiento, superando la presión gijonesa de forma plástica. La sinfonía de Ruiz.  

La réplica gijonesa se gestó con un remate de Gragera tras un córner de Pedro Díaz. Pero era la tarde del Chino, el ‘10’ firmó un latigazo que fue desbaratado por Mariño. El asedio era inagotable. Un misil milimétrico de Araujo (36’), tras desliz grosero de Saúl, acabó en ese poste llamado destino. Fabio reclamó el cambio y le llegó la alternativa al delineante Guti. Rostro imberbe de esa mina de oro llamada factoría de Barranco Seco. De esta montaña, de la que emergió Pedro González ‘Pedri’, se sostiene el crédito de Mel en su travesía hacia la renovación. 

Los minutos volaban en un segundo acto de dictadura visitante. Faltó la puntilla. El añorado golpe de efecto. La estocada que no llegó. La inoperancia del Sporting resultó desconcertante. Piezas como Pedro Díaz o Manu García, que en teoría debían pulsar el botón del resurgir, fueron testigos mudos de la legión amarilla. Pero a Gallego se le encendió la bombilla. Apostó por Nacho Méndez y se cambiaron las tornas. El dominado dio un paso al frente. Tan simple como aprovechar el primer rayo de esperanza. El primer tiro a palos del conjunto local acabó en la red de Álvaro Valles. 

Centro de Saúl García y Djuka dispuso de diez kilómetros cuadrados en el corazón del área. La zona cero del descrédito en el tanto encajado número 51 en esta campaña. El colmo de la fatalidad. Blanditos en las dos áreas, el cáncer del mal de las ‘hermanitas’ de la Caridad. Tuvo el tiempo y espacio preciso para batir a Valles. 

Con la renta a favor, se transformó el Sporting. Aparcó el pánico y la UD lo intentó con proyectiles de Kirian y Díez. Toparon con la muralla. Cien partidos y la sombra macabra del ‘mayo negro’. Excesivo castigo para el novelista, que festeja su efeméride mirando al vivero. Los resultadistas piden su cabeza, que le pregunten a Pedri.  

Ficha técnica: 

Sporting de Gijón: Mariño; Rosas, Babin, Borja López, Saúl; Pedro Díaz (Javi Fuego, 78'), Gragera; Aitor García (Salvador, 92'), Manu García (Méndez, 58'),  Gaspar (Pérez, 58'); Djuka. 

UD Las Palmas: Valles; Ale Díez, Eric Curbelo, Tomás Cardona, Jonathan Silva (Dani Castellano, 58'); Sergio Ruiz,  Fabio (Guti, 45'); Aridai Cabrera (Óscar Clemente, 71'), Araujo, Kirian Rodríguez; y Jesé Rodríguez (Edu Espiau, 92'). 

Goles: 1-0, min. 63: Djuka. 

Árbitro: Hernández Maeso. Amonestó a Tomás Cardona (26') y a Rosas (68'). 

Incidencias: Estadio El Molinón-Enrique Castro Quini, sin público.  

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