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Salvados por la brújula de Ruiz y Araujo

La UD cierra el curso con un aprobado con

el cántabro y el Chino como mimbres de oro

Debajo de estas líneas, la foto de la plantilla de la UD Las Palmas 2020-21 y el cuerpo técnico, encabezado por José Mel Pérez y Ángel López, junto al presidente Miguel Ángel Ramírez Alonso, y que que fue tomada el pasado marzo en la ciudad deportiva de Barranco Seco. | | LP/DLP

El curso de los despropósitos y los 29 jugadores lesionados fue salvado por la brújula de Sergio Ruiz -cinco tantos- y el olfato aniquilador de Sergio Araujo -once dianas en su segundo mejor guarismo de amarillo tras los 25 logrados en la campaña 2014-15-. La UD acabó en la novena posición con 56 puntos y una losa de 53 tantos encajados. José Mel Pérez tuvo que ejercer de funambulista para escapar del abismo ante el maremoto de adversidad. Jamás coqueteó con el descenso y encadena tres campañas desde el rigor y la eficiencia cumpliendo con el objetivo exigido por Miguel Ángel Ramírez.

La renovación del novelista, que se anuncia el viernes, es el premio merecido a una trayectoria de padecimiento y propuestas experimentales. Siempre tirando de segundas y terceras opciones. El madrileño empleó a 36 mimbres y eleva a 24 la lista de ‘platanitos’ que han debutado desde marzo del 2019 -se estrenó con triunfo ante el Deportivo-.

Con un tope salarial de 11,8 millones, los despachos de la UD recurrieron a la mesura y a la austeridad para gastar apenas cinco millones. El plan Helguera. Llegaron refuerzos de bajo coste, en la primera parte, y de un riesgo elevado. Actores como Rober o Pejiño alcanzaron el sobresaliente y huelen a Primera. Pero sin lugar a dudas, fue Sergio Ruiz el que alcanzó la excelencia con su capacidad de liderazgo en un curso perfecto.

Su descenso con el Racing de Santander empañó las expectativas en el verano, pero este cerebro, cedido por el Charlotte de la competición norteamericana, fue uno de los mejores centrocampistas de la categoría. En el caso del atacante del Betis, que llegó en una operación para enseñar en la facultad de Harvard, lució madurez e inteligencia.

En estos factores de velocidad y descaro, la UD fue capaz de tumbar a los tres gigantes -Espanyol, Mallorca y Leganés- en un enero para enmarcar. El tridente de titantes. Pero de igual manera, firmó bochornos kilométricos ante Cartagena o Castellón de visitante. Mel, con su gracia castiza, patentó el término de ‘hermanitas de la Caridad’ y jamás dio con la fórmula para echar el cierre. El bloque isleño queda como el segundo más batido, solo por detrás del CD Castellón. Ahí radicó el gran pecado amarillo, una candidez a la hora defender que resultó frustrante para técnicos y aficionados. Mimbres como Tomás Cardona o Ismael Athuman, lejos de aportar fueron actores invisibles bajo la masacre de despistes.

Un coladero sin solución. En lo referente a la portería, Mel comenzó con Valles y el sevillano quedó señalado por el esperpento de la Nova Creu Alta. Una tarde para el sonrojo. Cuando Álex Domínguez tomó la alternativa, ante el Sporting de Gijón en el Gran Canaria, en la madre de todas las remontadas, dejó un carrusel de reflejos y grandes intervenciones. Una citación con la selección nacional sub 21 orquestó el cambio de ciclo a las puertas del derbi en el Heliodoro. Regresó el sevillano y se destapó como el número uno. Solo una lesión le apartó de la recta final. Los dos porteros alcanzan el aprobado. En la banda derecha, Álvaro Lemos comenzó como un ciclón pero quedó en evidencia por la altísima nómina de tarjetas recibidas con dos ciclos de amarillas y tres rojas). Eric Curbelo y Álex Suárez superaron el test de fuego.

En el frente ofensivo, la llegada de Jesé Rodríguez no terminó de cuajar. Solo pudo anotar dos tantos, uno de ellos de penalti, y dio más que comentar con la adquisición de un lujoso deportivo que por sus regates atómicos. Mujica fue otra pesadilla, un artillero que llegó del Oviedo y resultó una anécdota. Dentro de los mimbres de la cantera, Kirian Rodríguez hizo una primera vuelta reseñable y luego se perdió en su laberinto.

Benito, de lateral, brilló por momentos y Fabio pasó de puntillas, como Aythami Artiles tras la vuelta de gravísima lesión. El rol de los gemelos Castellano invita a pensar en una reconstrucción total.

Mel sumó 102 duelos oficiales tras 819 días en el cargo -dos años, dos meses y 27 días desde el 3 de marzo del 2019-. El ciclo se estirará para la 2021-22 y que comienza el 13 de agosto. En el ciclo del novelista, el estratega madrileño ha hecho debutar a 23 jugadores del vivero. El último fue Cardona.

Con los dividendos de Pedri, la UD está obligada a dar el gran salto con el aprendizaje de dos años en el túnel de las penurias. La llegada de Viera ilumina el ciclo del renacer. Pejiño y Ruiz, hasta diciembre, son otros astronautas de oro para besar la galaxia de Messi.

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